Seis años después de que las llamas casi la consumieran, la icónica catedral de Notre Dame en París se prepara para una nueva etapa en su historia. A partir de este sábado, las emblemáticas torres del monumento reabren sus puertas a los turistas, ofreciendo una experiencia renovada y llena de simbolismo.
Los visitantes volverán a ascender los 424 escalones que los llevan a las alturas del monumento. Pero esta vez, el recorrido es diferente. Según Julie Schafir, responsable del Centro de Monumentos Nacionales de Francia, el circuito ha sido “completamente repensado”, con un enfoque más sensorial para guiar a los visitantes a través de los siglos de historia de la catedral y de Francia.
Un viaje a través de la historia y el renacimiento
El ascenso comienza en la torre sur, donde los turistas podrán admirar de cerca a Emmanuel, la campana de 13.3 toneladas que sobrevivió milagrosamente al incendio de 2019. Mientras que las otras nueve campanas tuvieron que ser refundidas, Emmanuel se mantiene como un testigo silencioso de la resiliencia del monumento.
El recorrido culmina en la terraza, a 69 metros de altura, ofreciendo una vista panorámica de 360 grados de la Isla de la Ciudad y el corazón de la capital francesa. Es una perspectiva única que conecta el pasado y el presente de una de las estructuras más veneradas del mundo.
Detalles de la visita y acceso
Capacidad y horarios: Se ha limitado el acceso a 1,400 personas por día en temporada alta (900 en baja), con el objetivo de mejorar la calidad de la experiencia. El acceso se extiende hasta las 23:00 en ciertas épocas del año, permitiendo visitas nocturnas.
Coste y reserva: La entrada general cuesta 16 euros y debe reservarse en línea. La visita es gratuita para menores de 18 años, así como para jóvenes de la Unión Europea y residentes en Francia menores de 25 años.
Un recorrido más seguro y cómodo: Se ha instalado una nueva escalera de roble para evitar aglomeraciones y facilitar la subida y bajada simultánea. A lo largo del camino, los visitantes atravesarán espacios estrechos, diseñados para ofrecer una experiencia íntima con la arquitectura gótica.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ya realizó el nuevo recorrido, acompañado por la ministra de Cultura, Rachida Dati. Su visita subraya la importancia de este hito, no solo para la catedral, sino para el espíritu de la nación.
Con esta reapertura, las torres de Notre Dame no son solo un destino turístico, sino un símbolo de la perseverancia y el renacimiento de un monumento que se niega a ser olvidado.
