¡Constitutonto!

Preocupan las impertinencias. Nuestro país posee hoy grandes padecimientos, la mayoría de los cuales se deben al irrespeto a la ley, a la prácticamente nula institucionalidad, pretender otra Constituyente con los mismos objetivos que originaron la del ’99 como lo fueron lucha contra la corrupción, poderes públicos ineficientes, erradicar los suntuosos beneficios de los gobernantes, no asegura absolutamente nada, más bien, distrae a la gestión pública así como a la sociedad en general de los principales problemas que nos aquejan y que ameritan urgente trato.
La CRBV necesita cambios, alguno de los cuales los hemos descritos por esta vía, pero la coyuntura nacional nos exige priorizar nuestras necesidades. Si del lado opositor se alega el secuestro de las instituciones la solución ya está plasmada en el marco legal vigente, en la propia CRBV, a ver; la escogencia pendiente del Contralor General de la República con la actual composición de la Asamblea Nacional podría generar un cambio tendente a una mayor institucionalidad, lo propio con los Magistrados del TSJ y los Rectores del CNE, repetimos, hoy día existen los mecanismos legales pero se incumplen, pretender que una nueva constitución de la república nos va a mejorar la calidad de vida y resolver los problemas mágicamente es de tontos. Pitágoras dijo “¡Oh legislador, no me des leyes para los pueblos, sino pueblos para las leyes!”
Es allí donde radica la Venezuela que poseemos y la Venezuela que queremos. El Artículo 3 de la CRBV es la panacea para los males del país, lo hemos dichos en reiteradas oportunidades, “Educación y Trabajo” son las herramientas que hacen prósperas las naciones, sí cada vez que vamos entrar en crisis nos va a dar por hacer nuevas constituciones estaremos dando círculos y en cada vuelta nos irá peor. ¡Qué constituyente de pacotilla! Justamente por darle prioridad a los aspectos políticos hemos hecho de lo económico y social persistentes lamentos, sencillamente como el mismo Marx lo infirió “lo económico determina lo social”, nuestro país necesita del esfuerzo y  del trabajo de todos, necesitamos ser productivos, superar el estado mental vigente que nos impulsa a vivir a la sombra de una ayuda o política social del gobierno, la única manera de superar los asfixiantes niveles de delincuencia e inflación es que nos concentremos en lo realmente importante; gobernantes eficientes y un pueblo educado amante del trabajo ¡lo demás es paja! es seguir viendo cómo nuestra calidad de vida se derrumba.