La Conferencia Episcopal Venezuela (CEV) mostró su «profunda» preocupación por el clima de tensión tras los hechos violentos ocurridos en el país durante los últimos días y rechazaron «cualquier tipo de violencia, tanto en manifestaciones como fuera de ellas, así como el exceso en la represión de las mismas».
Condenaron la muerte de 3 personas, las heridas de otros ciudadanos y el gran número de detenidos. Asimismo, recordaron que existe el derecho a la protesta pacífica, a la libertad de información y resaltaron la importancia de los valores sociales como elementos «imprescindibles para el ejercicio de una auténtica democracia».
«Los que ejercen responsabilidades públicas deben garantizar el ejercicio de esos derechos, evitando el uso de medidas judiciales para amedrentar y castigar a los disidentes», manifestó el presidente de la CEV, Diego Padrón.
La CEV pidió que los grupos violentos sean desarmados y controlados por las autoridades policiales, en concordancia con la política de desarme. Además, solicitaron una exhaustiva investigación y el castigo a los culpables de las muertes en el marco de la Constitución.
Entre tanto, instaron a los partidos políticos a que alienten todos sus partidarias a contribuir con una conducta y lenguaje de paz, así como el reconomiento al adversario y la reconciliación.
«Que sea firme y sostenido el propósito de construir la paz y evitar cualquier tipo de manifestación violenta que rompa la sana convivencia entre todos los ciudadanos».
