Periodismo deductivo

El periodismo deductivo: pone en relieve la mejor forma de analizar los mensajes que cada momento circundan el acontecer del planeta. La lógica es el dilema, que solo la capacidad de un buen periodista hará convertir esas informaciones empaquetadas en códigos, en un acto de comunicación y que posteriormente sea digerible por el usuario que suele leer, escribir y ver las obras de intelectualidad, aportadas por los trabajadores de algún medio.
La descomposición del todo codificado es una actividad que requiere de un conocedor de la materia, por eso se hace imprescindible la adecuación del periodista al hecho comunicacional; los mensajes deben retratar de la mejor forma posible la realidad que conforma un acto noticioso, sin manipulaciones y sin la menor tacha posible.
Por el contrario, aquí surgirá la capacidad descifradora del fablistán, que hará del todo una visión bien ponderada de cada una de las variables que envuelvan las acciones o los hechos, para que a posteriori sea analizada por la mayor cantidad de usuarios posible y forme parte del acontecer público.
El periodismo deductivo es una compaginación de los hechos con la realidad, y que da estupendos resultados para el aprendizaje de los usuarios en general, solo que en la actualidad se practica un periodismo carente de profundidad. Es decir, la difícil situación de la actividad periodística tiene que ver con el poco apego por ejercer dicha profesión. El compromiso no existe, únicamente se quiere poseer un poder para ser protagonista. Esa es la verdadera razón, por eso el auge exponencial en la carrera de comunicación social.
Deducir las premisas debe ser la prioridad del profesional que labora en los medios, los sucesos serán explicados de la forma más sencilla y clara posible. Por ende, el investigador que lleva el periodista en su interior tiene que brotar, para cumplir con el sagrado deber de informar de forma veraz sin ambages, ni dobleces, y cumpliendo con el fortalecimiento de la libertad de expresión para la  transformación del pensamiento que impera en la opinión pública.
La deducción, forja al trabajo reporteril, porque se tiene que buscar todas las fuentes que envuelven el acto noticioso, sin menospreciar ningún detalle, al contrario mientras más explicaciones se tengan esto le dará prestancia a la obra periodística y les pondrá en bandeja de plata a los usuarios, una magnífica oportunidad de leer, ver, escuchar, algo digno y conocer los intríngulis que desarrollan la noticia.
No cabe duda que hace falta la disponibilidad de los periodistas, para hacer del hecho informativo una buena causa, para que los consumidores, en el mejor sentido de la palabra, busquen en los medios la otrora aureola de credibilidad con que gozábamos periodísticamente, es decir, lo que salía en la prensa era como palabra santa.
Entonces el reto es inmenso, pero hay que hacer como los llaneros que tienen el corazón del tamaño del compromiso que se les plantee. En resumen, una vía expedita, diáfana, y fácil de manejar los acontecimientos por el común de la gente, es alcanzar el periodismo que esclarezca los suceso y esto, a mi entender tiene un nombre el cual es “periodismo deductivo”.