Cuando decimos que los milenios se fueron, nos referimos a la generación nacida entre los años 1983 y 2001, dicho por ElwoodCarlson (2.008), citado en Wikipedia,similar a lo propuesto de U.S. Pirg (2016), el cual los ubica entre 1983 y 2000.
Se habla de que las personas afortunadas siempre se quejan de todo y las que carecen las inventan, no hay duda que quien inventa mas es quien ha tenido una vida difícil y limitada.
La pobreza del debate político electoral concluido el pasado 20-M pareciera proyectarse con mayor fuerza en estos días. Todo sigue más o menos igual, pero un poco peor.
Nos dejó la gran Dama de la Canción María Dolores Pradera. Fue en Madrid donde cerró sus pequeños ojos a los 91 años de edad rodeada de la admiración de millones de admiradores.
Dos puntos previos. Primero, cometí un error en mi artículo anterior, “Soberbia científica”, mi amigo, el erudito Dr. Paul Leizaola Azpiazu, me lo corrigió: el sabio sacerdote belga, Georges Lemaître, no era jesuita, sino del clero secular.
Venezuela exhibe ante el mundo un gobierno ”de facto”, porque no fue elegido según las normas más elementales de transparencia electoral y la elección adolece de vicios que lo invalidan.
Soy enemigo de la inflación en el campo de los derechos humanos. Se corre el riesgo de banalizarlos y, adicionalmente, de hacer casi imposible la eficacia de sus garantías.
Habíamos informado del descubrimiento de la energía pura y neutra procedente de las estrellas que llena todo el espacio del Universo. La partícula de esa energía es virtual, sin masa.
¿Por qué a pesar de la campaña de descrédito internacional, de todas las limitaciones, contradicciones, desviaciones y las derrotas históricas, el socialismo sigue siendo considerado como una alternativa válida y necesaria por mucho de los habitantes de este mundo?
Es grato retornar a nuestros escritos semanales en EL IMPULSO. Nos tomamos unos meses para reflexionar sobre muchas cosas. La familia. El país, su gente y la crisis. Una crisis que ha trastocado las estructuras de sostenimiento de la nación.
Nunca sabremos la cifra exacta de cuántas personas en realidad votaron el domingo 20 de mayo. Escuché a Nelson Bocaranda decir que la participación (o la obligación de participar) -en efecto- estuvo cerca del 40%. Para mí Nelson es un referente, de manera que tomaré esa cifra como cierta, o cercana a la realidad.
Después de lo sucedido el domingo pasado, no queda otra que desearle lo mejor al país, así se vislumbre lo peor. Y eso que para muchos no hemos tocado fondo. Bueno, lo de fondo(s) se lo dejamos a otros que sí lo(s) han tocado, por ser su especialidad.
Con la prontitud ansiada por víctimas del militarismo imperante en Venezuela, gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía; a través de sus cancillerías en comunicado compartido de México manifestaron desconocimiento a las elecciones del 20 de mayo.
El robo de los bustos en la Plaza de los Ilustres de Barquisimeto, ya es el colmo del irrespeto, del desconocimiento a los grandes hombres que le dieron lustre al gentilicio larense, del vandalismo en su máxima expresión.
Nuestra fe y creatividad debe estar por encima de todos los malos y el mal aún tenemos tiempos de recuperar nuestra patria, no olvidemos de leer con frecuencia.
Escribo poco después del mediodía del domingo. Aún no han sido anunciados por el Consejo Nacional Electoral los resultados de la fraudulenta farsa aún en pleno desarrollo. Sin embargo, desde el amanecer hemos hecho seguimiento a la situación en todo el país.
El transporte público de mi ciudad no puede ser más deficiente- La falta de unidades y en buen estado pone en peligro la seguridad física de los usuarios, expuestos como están a un accidente con consecuencias muy lamentables- Como no existe ningún control de las autoridades de tránsito.
Dice la letra de un recordado Tango que veinte años no es nada. Cuando se está luchando contra un sistema político, económico y social que ha fracasado en todas las regiones del mundo donde se ha pretendido imponer pareciera que cada segundo es un siglo.
Para recordar: “Por eso levantaré entre sus hermanos un profeta como tú; pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande” (Deuteronomio 18:18).
Maracaibo huele a mango. La frase la escuché a la siempre recordada ex gobernadora del Zulia Lolita Aniyar de Castro. La Fundación Belloso haciendo honor a Don Manuel Belloso, quien con una visión ecologista y amante de los árboles frutales, patrocinó un extraordinario libro titulado “Mango verde maduro pintón”.
Como dije en otra reflexión publicada por este centinela de verdades bíblicas presentadas por esta columna, los venezolanos, sobre todo los creyentes de Dios de todas las denominaciones religiosas, se han unido en oración en un ecumenismo religioso.
Si lo que nos llega de modo continuo del Sol es energía y no luz como desconocidamente se cree; si eso que no se ve, ni se toca, ni se calienta y opone resistencia a los astronautas y cosmonautas cuando salen al espacio en sus caminatas.
En cuanto al mayo francés es necesario decir que en realidad se originó exactamente un año antes, el 22 de marzo del 67, día en que algunos estudiantes de sociología de la Universidadde Nanterre, cerca de París, auparon porque la universidad debía convertirse en el centro de la revolución contra el capitalismo.
"La Historia es algo que muy pocas personas han estado haciendo mientras todos los demás estaban arando y cargando cubos de agua”, con esta frase provocadora el historiador israelí Yuval Noah Harari trata de explicar en su libro Sapiens: A Brief History of Humankind (2011) .
Cada vez que leo el nombre del expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, Zapatero a secas, mi atención no se desvía. Pero vuelvo a 1998, cuando advierto al Departamento de Estado – ya bajo influencias de Thomas Shannon – sobre la colusión que cocina Fidel Castro entre Hugo Chávez, candidato, y los entonces gobernantes árabes fundamentalistas de Libia e Irak.
Escribo el jueves 17 de mayo en la noche. Como esta columna publica los lunes, siempre me toca fungir de pitonisa para imaginarme el “día siguiente de”.
Permanecemos en este mundo de puertas abiertas llenos de preocupación, envueltos en una maraña de temores. Quejarse de nada sirve, buscar la solución a los problemas es el camino. Aunque la caída haya sido fuerte, levantarse y seguir adelante es más honroso que permanecer caído o esperar que venga otro a levantarlo.
Este domingo 20 de mayo los venezolanos estaremos en presencia de la “hora de la verdad”, pero asimismo se estima que no habrá sorpresas, que el sustituto haciendo uso de un CNE mediatizado,
El Espíritu Santo es nada menos que el Espíritu de Dios. Es la presencia de Dios con nosotros. El Espíritu Santo nos asiste a cada uno en nuestro camino hacia la meta que Dios nos ha señalado. Y ¿cuál es esa meta? Nada menos que el Cielo. Y ¿quiénes van al Cielo? Aquéllos que cumplan la Voluntad de Dios en esta vida.
La novela de Víctor Hugo, ambientada en Francia del siglo XIX y que retrata la vida de los más sumidos en la pobreza y el e infortunio, presta su título al reportaje de The Economist su edición anual El Mundo en 2018, dedicado a los que deberían ser, de acuerdo a las probabilidades que indica su situación, los países más infelices del planeta en el año que corre.
El 75% de los venezolanos, abiertamente, rechaza a Nicolás Maduro, pero no los une, de manera mayoritaria, un liderazgo opositor unitario, cohesionado y con una visión clara y común de futuro, que de ser así, tendría una fuerza política sin parangón en las últimas décadas de la historia venezolana. He ahí un desafío cívico para los venezolanos de hoy.
Nos acercamos al desenlace del terrible drama que vive Venezuela. No me refiero al fraudulento proceso que tendrá lugar el próximo domingo. Lo que sucederá ese día está cantado desde hace tiempo.
El que le pica culebra al ver bejuco se asusta, por ello vemos o estamos tan confundido al ver que estamos a poquitos días de una elecciones presidenciales, cargadas o mejor sobre cargadas de dudas y complejidades.
Cualquier evento comicial administrado al margen de la ley por un régimen dictatorial concluirá como crean más conveniente a sus intereses los capitostes militares y civiles que tienen el monopolio de la fuerza.
Escribo estas líneas al borde de un nuevo abismo que en realidad no es tal. En distintas fechas, en momentos cruciales de un pasado demasiado reciente, pero también percibido como largo y distante, hemos caído y rodado en la cuesta del deterioro, en la ladera del empeoramiento de todos los indicadores posibles y existentes para medir el bienestar de una sociedad.