Yohander José Apóstol, de 26 años de edad, conocido como Coje Perra, fue asesinado a las 8:30 de la noche en la calle 2 entre carreras 1 y 2 del barrio El Trompillo, ubicado en la zona norte de la ciudad de Barquisimeto.
Sus verdugos andaban encapuchados y además le dispararon a su esposa quien tiene seis meses de embarazo.
María Peraza Apóstol y Eduardo Apóstol, madre y hermano del fallecido, contaron que dicha comunidad estaba muy insegura, no es la primera vez que se meten a las casas de ese modo, ya son varias personas que han sido asesinadas del mismo modo en la zona.
Así mismo explicaron que ésta es bastante oscura y está ubicada más hacia el cerro.
Eduardo indica que su hermano estaba en su casa en compañía de su esposa, dos hermanas pequeñas y su hija de 6 años de edad, cuando de pronto a la vivienda irrumpieron dos hombres armados y encapuchados.
Según Eduardo fueron directo hacia el bolso donde su hermano guardaba el dinero, tenía al menos 100 mil bolívares, este se puso a forcejear con los hampones en pleno cuarto y le dispararon haciéndolo caer en el piso y una vez que estaba allí tendido, nuevamente lo hicieron en el pecho y la cabeza.
Su esposa de 15 años de edad, quien tiene seis meses de gestación, también resultó herida, a ella los delincuentes le dispararon en la rodilla izquierda.
Ambos fueron trasladados al Seguro Social Barrio Unión, pero el joven ingresó sin signos vitales.
Su madre manifestó que el hoy occiso era su primer hijo y uno de los mayores de un total de once hermanos. Se ganaba la vida como promotor de fotografía y para ello trabajaba.
Ellos aseguran que el hecho se trata de un robo. Sin embargo los residentes de la zona aseguran que el hoy occiso a quien conocían como Coje Perra, era un muchacho mala conducta.
Por el caso, una comisión del Eje de Homicidios del Cicpc Lara inició las averiguaciones, su cuerpo fue trasladado hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, casi a las 2 de la madrugada.
Según las primeras pesquisas y por la forma como se dieron los hechos los sabuesos del cuerpo detectivesco manejan como móvil principal la venganza.
