Hoy domingo 12 de febrero, cuando se conmemoran 203 años de la Batalla dLa Victoria, el historiador Carlos Giménez Lizarzado expone que se trata de una de las efemérides del calendario de la historia patria que nació a propósito de una coyuntura importante.
Este día se conmemora desde el 10 de febrero de 1947 por decisión de la entonces Asamblea Constituyente.
-Es una fecha simbólica en la cual se reconoce la gesta de un grupo de jóvenes de los colegios y de la antiguUniversidad dCaracas, quienes al mando de José Félix Ribas y Vicente Campo Elías, libraron en La Victoria, estado Aragua, una cruenta defensa. Se enfrentaron a José Tomás Boves, quien encabezaba una fuerza destructora de la República, anarquía y confusión.
El docente de la Uptaeb y la UCLA señala que en la novela Venezuela Heroicade Eduardo Blanco, hay una expresión muy significativa de la Batalla de La Victoria.
-En ese episodio Simón Bolívar le pregunta a José Félix Ribas ¿con qué recursos contamos? y Ribas le responde ‘lo único que nos queda son los muchachos de la universidad’ y Bolívar dijo ¡sáquelos a pelear!
Fue un hecho sangriento, miles de venezolanos murieron, mal llamados realistas y patriotas porque todos eran venezolanos, con la fuerte impronta de la cultura y política española, que mezclados con indígenas y africanos, constituían un ejército mestizo.
¿Qué significa en la actualidad?
Para Giménez Lizarzado no se trata de seguir mirando en el pasado, de traer una gesta heroica al presente por tanto que los gobiernos de izquierda se han encargado de hacer cualquier cosa con el ayer.
-Hay que ver esa proeza en su contexto. Más del 60% de la población del país tiene entre 15 y 30 años de edad. Hoy, no se trata de armar a los jóvenes para sacarlos a pelear contra un mismo pueblo, hoy se trata de entender los retos y los desafíos que tiene esta generación.
¿Cuáles son esos retos?
Explica el historiador que es vital comprender el sentido que tiene el futuro, comprender el significado del momento actual para avanzar pese a los obstáculos y las limitaciones que ahora existen en Venezuela, un país que se ha alejado de los valores democráticos, de los valores de la cultura cívica, un país que se reduce a la saga en medio de la dinámica de un mundo global.
-Entonces diríamos que la juventud de hoy, tal y como pasó con las generaciones anteriores, está llamada a hacer historia, a escribir su propia historia, pero no bajo el espíritu del resentimiento, no bajo el espíritu del facilismo, no bajo la viveza, sino bajo los valores que procuren calidad de vida en un mundo que se muestra excluyente porque cada día es más competitivo y exigente, un mundo que demanda más capacidades para alcanzaéxito, logros espirituales y materiales.
Pero la misión no es sencilla. Al docente le preocupa las altas cifras de hechos violentos en los cuales, tanto víctimas como victimarios, son individuos jóvenes.
Asimismo, preocupa que el país ocupe uno de los primeros lugares en embarazo precoz, deserción y violencia escolar.
-La sociedad y el Estado están obligados a crear las oportunidades para que nuestros jóvenes disminuyan su incertidumbre y vean el mundo menos oscuro, para que no se pongan en ‘modo avión’, ya que un alto porcentaje de nuestros graduados entre 23 y 25 años, frente a esta realidad, piensan en irse de su terruño. Eso no está mal si se van con el objetivo de prepararse, formarse, educarse y volver, porque el mundo de hoy nos exige y en esa medida es posible competir y aportarle al país. Está mal cuando nos vamos huyendo por miedo, por la inseguridad, porque el país no les ofrece posibilidades en condiciones de igualdad.
Reitera el entrevistado que hoy nos encontramos frente a una juventud muy vulnerable producto de los hogares disfuncionales, la violencia, el embarazo precoz y las múltiples necesidades individuales que se ven mermadas ante la escasez y el alto costo de la vida. Tristemente, vemos a muchos jóvenes en el comercio informal, emprendiendo labores alejadas de su profesión tras años de sacrificio. La educación ha dejado de ser la prioridad para el desarrollo humano, porque ahora hay que salir a la calle a buscar el alimento durante horas y horas, tiempo que pudiera invertirse en preparación. La inmediatez en aras de sobrevivir borra la idea de formarse para desarrollarse, tener un hogar y hacer familia. Esas ideas han desaparecido.
-Lo que í nos demuestra la historia es que cada generación ha tenido sus desafíos y sus retos, y en la medida en que una generación se prepara y organiza, abre el camino y crea horizontes. Las fechas patrias no son para hacerles ritos, sino para mirarse en el futuro y hoy el reto nos invita a innovar, a convertirnos en un individuo localizado con conciencia global.
A juicio del profesor, el otro desafío que tiene la juventud venezolana es que no puede seguir dejando en manos de mesías, militares o civiles el destino de la nación. El liderazgo de hoy reclama una juventud capacitada y competente para que derrote al liderazgo carismático, demagogo y populista.
-Hoy los nuevos héroes tienen que ser civiles y de vocación democrática. Los “líderes” no pueden seguir saliendo de los cuarteles, sino de la sociedad civil organizada porque a mayor organización, mayor desarrollo. A mayor formación mayor organización y ambas garantizan el desarrollo humano económico y social del país.
Subrayó que es preciso entender que esos héroes de nuestra historia, de nuestras batallas, jugaron su papel en su momento y tienen su puesto en la historia, pero ahora le corresponde a la juventud construir el futuro, con base en los problemas del presente.
