“Esta gente como que quiere que nosotros pasemos la Navidad cocinando con leña porque desde hace como dos meses no nos manda el gas”, dijo una de las mujeres que este lunes, junto a hombres, protestaron cerrando la intercomunal El Cují-Tamaca, a la altura de Las Veritas.
De acuerdo a Milagros Quiroz, vecina del sector 1 de Las Casitas, llegaron al sitio a las 4 de la mañana, “sin las bombonas porque nos las roban los malandros”, impidiendo el tránsito automotor en ambos sentidos.
Conforme transcurrían las horas se iban incorporando más personas, y al amanecer, la cola de vehículos, sobre todo en sentido norte-sur, era extensa.
Tanto unidades particulares como del transporte colectivo, o se regresaban para tomar la vía de Carorita a El Trompillo o se detenían a esperar levantaran la protesta.
La ama de casa explicó que allí estaban vecinos de El Jayo, Las Veritas, Valles de Uribana, Andrés Bello, Las Casitas y otros sectores, no sólo de El Cují sino también de Tamaca.
Según afirmó, llevaban un mes esperando por un camión de PDVSA Gas, que nunca llegaba pues cuando llamaban a las oficinas de la distribución sólo recibían promesas.
A las nueve y media llegó uno, pero sólo llevaba bombonas medianas y grandes, ninguna pequeña, por lo que apenas un pequeño grupo de personas se benefició y el resto debió seguir esperando otro que les habían prometido.
“Ya estamos cansados de tanta mamadera de gallo, que si el camión viene mañana, que si el jueves, pero nunca llega, y nosotros obligados a coger monte en busca de leña para cocinar la comidita”, expresó disgustada una anciana.
Al lugar llegó un piquete de la Guardia Nacional que obligó a quienes estaban en la vía a “orillarse”, restableciéndose el tránsito automotor plenamente.
Mientras eso ocurría en El Cují, en otro lugar, concretamente en el caserío El Taque, municipio Palavecino, la comunidad cerró también la carretera vieja hacia Yaritagua.
Allí tenían dos meses sin recibir el combustible casero y cinco el agua.
Por el problema están afectasdas más de 300 familias, no sólo de El Taque sino también de otros sectores de la zona.
Allí llegaron y tomaron la vía a las cinco de la mañana, esperando la presencia de alguien que les garantizara el suministro del gas licuado, lo que no había ocurrido hasta las diez, por lo que permanecían en el sitio.
Apenas lo hicieron unos uniformados de la Policía de Lara que les tomaron nota del problema y prometieron hacer las gestiones correspondientes para que les llegara el gas licuado.
“Pero nosotros no nos quitamos de aquí hasta que llegue el camión”, les advirtió una de las amas de casa participantes en la protesta que se extendió hasta el mediodía.
Agregó que no quieren pasar la Navidad sin gas con qué preparar los pocos alimentos que consigan, aunque para las hallacas está muy difícil.
