La coordinación de Mercados del municipio Palavecino se apersonó la mañana de este miércoles en la feria de verduras que se efectúa cada semana en Cabudare centro, específicamente en la calle La Cruz, con el motivo de inspeccionar los pesos y balanzas de venta y el precio de los productos.
El coordinador de Mercados, Moriel Ramírez, informó que el operativo forma parte del proyecto Palavecino Ordenado. Para su ejecución se ubicaron en puntos estratégicos dentro del mercado donde el público pudo revisar que las compras que realizaron coincidían realmente con lo que marca la balanza o peso del vendedor.
“Hay que recordar que esto es un proceso de concientización debido a que tratamos de eliminar un mal hábito que tienen dentro del mercado de hacer ofertas engañosa, es decir, promocionan el kilo de algún producto, cuando la realidad es que no venden la cantidad que ofrecen. Queremos crear una cultura de mercado dedicada a la venta honesta y es una tarea a la cual nos hemos dedicado desde hace tres años”.
Ramírez indicó que semanalmente son revisados 450 pesos, que corresponden a la cantidad de vendedores. Destacó que anteriormente eran retenidas hasta 20 balanzas por operativo; en la mañana de ayer solo aplicaron la medida a un solo artefacto y su meta es que un día todos los pesos dentro del mercado funcionen de manera correcta.
“Cuando se consigue fraude por primera vez se hace una retención del peso y se da una suspensión al vendedor por 15 días; si esa persona reincide su permiso de trabajo en el mercado es permanentemente suspendido”.
Es importante destacar que los pesos adulterados son desincorporados y eliminados inmediatamente del mercado y luego destruidos para evitar que regresen a las calles.
Gran parte de los vendedores apoyaron el operativo. Para ellos es de gran importancia la honestidad a la hora de realizar sus ventas. Antoni Méndez indicó que con estas prácticas engañosas no solo se ven afectados los compradores sino cada uno de los vendedores.
“Si engañan a un cliente todos pagamos porque los que dejan de venir son ellos y quienes realmente nos vemos afectados somos quienes dependemos de esto para vivir. Algunos roban desde 300 gramos hasta medio kilo y la gente tarde o temprano se da cuenta y debemos trabajar de forma honesta”.
A pesar de que la alcaldía tiene su puesto para rectificar los pesos, Isabel de Camacho, quien desde hace 20 años visita el mercado, opina que solo le compra a sus vendedores de confianza, para evitar caer en trampas.
En tanto, César Mayor, en la mañana de ayer compró un kilo de tomates y cuando revisó en otro peso se dio cuenta de que en su bolsa solo llevaba 600 gramos. Inmediatamente se regresó al lugar a pedir la mercancía faltante. Sin embargo, no siempre corre con la misma suerte: hay semanas en que no logra que el vendedor le devuelva lo que le debe y lamentablemente es un práctica engañosa que se continúa presentando, semana tras semana.
