Paladín de la democracia

-

- Publicidad -

Por la puerta del sol

A Henrique Capriles Radonsky

- Publicidad -

“Si he visto más lejos es porque estoy parado sobre hombros de gigantes” (Bernardo de Chartres)

La ola de violencia por la que atraviesa el país desde hace varios años, la miseria en que se hunde cada día, la polarización, el odio que se sobrepone a la razón, la impresionante inseguridad que enluta cada día a tantos hogares, el estancamiento económico, la falta de coherencia y de buena voluntad, la impresionante inflación, la escasez, el engaño y falta de seriedad de los gobernantes, parece que no tuvieran solución ni fin.
La lucha se prolonga y atormenta, la espera de un cambio que permita vivir en paz se desvanece en negras tinieblas; el capricho infando todo lo arrasa, el despotismo se yergue venenoso, la venganza se encrespa, oscuro es el panorama de la patria.

“El fin justifica los medios” es la frase de Maquiavelo de la que hacen gala quienes buscan justificar el uso de la violencia para intimidar a otros, inculparlos y salirse con la suya.

- Publicidad -

El tiempo de Dios es perfecto. En vista de las difíciles circunstancias que envuelven al país, insigne varón ha salido en su defensa; erguido y seguro hace frente a la mentira, a la injusticia e intolerancia de un sistema implacable y feroz. El líder que ha surgido de las circunstancias, se ha convertido en la encarnación del sentimiento nacional, ha llegado en el momento preciso, para enfrentar lo que haya que enfrentar por el bien de los hijos de la patria.

Henrique Capriles Radonsky por sí mismo atrae multitudes, es contagiosa su simpatía, su firmeza, su visión, voluntad y ética. El enérgico defensor de los derechos humanos es el mismo de la campaña admirable, quien ha sabido ganarse el corazón de la clase alta, media y baja de la nación. Sincero y sobrio es su discurso. A este señor de alta moral lo han amenazado y le han dicho de todo; lo ignora y sigue en lo suyo que es la lucha porque en el país se entable el diálogo para sacarlo de la crisis en que lo han sumergido.

Quien representa a la mitad del país es hombre de fe, principios y convicciones, encara con firmeza la lucha que libra en un campo plagado de peligros y de trampas. Su más grande sueño es que no haya exclusiones, que haya igualdad, se una el país, vuelva el orden, se imponga la verdad y se pueda convivir en paz y democracia.

Se ha ganado el aprecio del país por su entereza, su cortesía, tolerancia, entrega, ánimo dispuesto, gran humildad, sencillez, alegría, optimismo, valentía e inteligencia. Lo anterior forma parte de las virtudes de este venezolano que lucha por todos, no tiene miedo, pone el pecho, da la cara y no se esconde.

Su liderazgo está compuesto de hábitos que conforman el carácter de su personalidad carismática. La rectitud fue inculcada en la escuela de principios morales de un hogar edificado sobre bases sólidas, buenas costumbres y la fe puesta siempre en Dios.

Su moral es inmune a los ataques de los necios, conoce las leyes y se mueve bajo sus reglas. Está capacitado para mirar más allá de donde termina el horizonte de lo que acaece en la patria. Su constancia en la lucha por la libertad y defensa de los derechos humanos es sin tregua. No habrá tiranía que logre destruir el sueño de ver un día su patria pujante, en paz, próspera, hermosa y feliz.

Este venezolano insigne es poseedor del embrujo político de los grandes personajes.

Para que la democracia sea una realidad, la población debe estar libre de odios y también libre del temor a la represión y abuso del poder.

Bertrand Russell (pensador, filósofo del siglo XX premio Nobel 1950) recomienda que así como enseñamos a los niños el modo de evitar sean atropellados por los carros en la calle, de la misma manera enseñemos a la población el modo de evitar que sean destruidos por la tirria y el fanatismo.

“Los líderes que transforman el mundo son entusiastas y positivos. Nutren los espíritus con la paz y obsequian a las almas la herencia del bienestar. Porque un líder verdadero es un maestro” (Carlos de la Rosa)

¡Adelante Capriles! Aunque halles espinas e impedimentos infinitos a tu paso, adelante te esperan rozagantes los laureles que tú mismo has sembrado en el vergel de la patria. Que Dios te proteja y bendiga. Amén.

[email protected]

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -
Artículo anterior
Artículo siguiente

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -