César Andrade en París

Hace  cuarenta y cuatro años en la Rue Roi de Sicile vivió el joven pintor César Andrade, conocido como el barrio medieval de Le Marais, lugar tranquilo para esa época, y por donde el artista caminó durante los primeros meses de su estadía en París.
El artista venia de hacer un largo camino desde Guarico a la Ciudad Luz. Quería ver a los pintores impresionistas pero se encontró que la vanguardia era cinética y se halló con las protestas del Mayo francés. En reciente email, me comentó, de todas esas personas que lo fueron estimulando por el camino del arte,  donde barberos, músicos y pintores, lo entusiasmaron con sabias palabras para que continuara en el arte.
Han sido muchos años que con gran paciencia ha recorrido los caminos en las cuales, ha encontrado nuevas ideas. Años de ensayos, de reflexión, paso a paso y logrando exponer y ser invitado por diferentes organizadores de exposiciones en Europa, entre ellas, el Museo Ritter en Alemania, donde César Andrade tiene una obra titulada: Homenaje a Albers.
Nunca imagino él, que muy cerca de esa calle donde vivió en 1968 iba a estar exponiendo. El Espacio Zafra Meyer. Galería que fue inaugurada en el  año 2000, dedicada al arte geométrico y cinético. Lugar donde han expuesto Jesús Rafael Soto, Carlos Cruz Diez, Narciso Debourg, Francisco Salazar, René Ugarte, Manuel Mérida, como también, artistas de otros países como Nicolas Schöffer, Yaacov Agan y muchos otros creadores que tienen el cinétismo y la geometría como lenguaje.
Esta galería, o espacio para el arte cinético y geométrico, es dirigido por la venezolana la señora Liliane Zafrani, y ha tenido como bandera mostrar a los artistas venezolanos que durante años han trabajado dentro de ésta tendencia, aunque, también ha mostrado pintores figurativos y fotografías.
En los actuales momentos, Le Marais, es como el Montparnasse de los años 20, es dinámico, ha dejado de ser  apacible, donde se dan cita los artistas, donde al lado de una galería está una tienda de moda, un buen restauran o  un café. Actualmente, en Le Marais es el sitio de encuentro y en donde se habla de arte y se inauguran a cada momento interesantes exposiciones.
Hoy, el Espacio Zafra Meyer muestra al pintor César Andrade, hasta el mes de Agosto. Obras, resultado de años de investigación, son en total doce obras, que el artista ha producido para ésta exposición. Son “Puntigramas y Linigramas” y con el título: “División de la Lumière” que están allí como testimonio de una búsqueda. El color aéreo, ese color que colorea la superficie blanca, esos espacios blancos que se convierten en espacios luminosos, están allí, para contemplarlos como alegorías de juegos de luces,  como galaxias de armonías que nos llevan y nos colocan frente a creaciones que no cuentan nada, que están allí, como documentos, como signos luminosos para que lo contemplemos y vivamos un micro mundo de sutilezas cromáticas, donde luz, sombras y reflejos se armonizan en un pentagrama de notas de colores.  Hoy, César Andrade ha hecho su camino, ha recorrido grandes espacios; ha trabajado y expuesto.
Ésta exposición es el testimonio de un artista que ha venido creando desde hace años, investigando y descubriendo  poco a poco, con constancia en su arte, cuando uno es en realidad  un verdadero artista,  es con el trabajo diario que la obra se va depurando y encontrando su propia vía.
Tenía razón el pintor francés Auguste Herbin, quién decía: “En arte lo más difícil, son los primeros setenta y cinco años”; y, es verdad,  que es una profesión de años, que es la manera como uno asume su diario vivir, la manera como uno va logrando crear su propio lenguaje, pero hay que dedicarse a trabajar, sin pensar en premios ni en exposiciones. Es un postulado; es la religión del arte.
Hoy, una mañana lluviosa, recuerdo a César cuando en la noche me acercaba al Barrio Latino a saludarlo, era la época cuando él tocaba en la Scale,  centro nocturno de música latinoamericano, lugar donde también tocó Jesús Rafael Soto; allí, al ritmo de golpes tocuyanos, cantaba y tocaba el cuatro hasta las tres de la madrugada. Al terminar,  agarraba su mobileta y recorría las calles hacia su casa. En la mañana siguiente, estaba de nuevo frente a la próxima obra, a lo mejor un Puntigrama o un Linigrama y, de nuevo a cantar sus golpes, en las noches.
Qué gran camino ha recorrido el artista hasta llegar al Espacio Meyer Zafra. Nunca imaginó César Andrade que la galería donde él expondría en el futuro, estaba tan cerca en el espacio, pero lejos en el tiempo, vivió a doscientos metros de este lugar, pero a cuarenta y cuatro años  para exponer sus creaciones. Que largo es el camino recorrido por éste artista.