Con la intensificación de la violencia, los secuestros de civiles se multiplican en Siria por motivos políticos pero sobre todo por dinero, afirman activistas y familiares de rehenes.
El drama vivido por numerosas familias llevó a un grupo de activistas a crear una página Facebook titulada «Desaparecidos» con fotografías de mujeres, hombres y niños acompañados de mensajes de parientes preocupados.
«Nuestra hermana Taghrid Arnus ha desaparecido. Se ruega llamen a este número», se lee en un mensaje. «Si tiene información sobre este desaparecido, se ruega envíen un mensaje a esta página», dice otro.
Entre 2.000 y 3.000 personas fueron secuestradas en Siria desde el comienzo de la revuelta en marzo de 2011 contra el régimen del presidente Bashar al Asad, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en el Reino Unido y que se apoya en una red de activistas.
«Todo el mundo secuestra a todo el mundo», afirma a la AFP el presidente del OSDH, Rami Abdel Rahman, contactado por teléfono.
«Las fuerzas prorrégimen secuestran en las filas antirrégimen y viceversa, para canjear prisioneros o conseguir dinero, pero también hay bandas criminales que intentan únicamente arrancar rescates a las familias de las víctimas», agregó.
Abu Ahmad, de 66 años, fue secuestrado a mediados de agosto en Damasco cuando volvía a casa del trabajo. «Tiene un buen trabajo, por eso lo secuestraron», explica su hijo Ahmad a la AFP.
«Hemos recibido una llamada. Un hombre de los comités populares pedía 75.000 dólares por papá», dice refiriéndose a las milicias prorrégimen creadas para defender los barrios contra los rebeldes. «Le dije que éramos incapaces de pagar semejante suma».
«Guardaron a mi padre nueve días. Al final lo liberaron a cambio de 15.000 dólares», precisó.
En el norte del país, muchas personas están en manos de Abu Ibrahim, oriundo de Azaz, en la provincia de Alepo, que se hizo famoso secuestrando a peregrinos chiitas libaneses en el verano, según habitantes.
«Abu Ibrahim no es combatiente, es un criminal que se aprovecha de la revuelta para hacer dinero», declaró un habitante de Azaz contactado por Skype que dice llamarse Abu Mohamed.
Por otro lado, varios activistas aseguran que aumentaron los secuestros en los campos de refugiados palestinos de Yarmuk, en el sur de Damasco, escenario de combates la semana pasada.
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