En la parroquia Concepción se encuentra la comunidad de Barrio Nuevo, al suroeste de Barquisimeto, constituida por ciudadanas y ciudadanos que desean ver a este sector dotado de mejoras viales, sin inseguridad, con sus áreas públicas limpias, sitios de recreación como plazas y parques que les permita la sana convivencia en familia y en comunidad, aunque no todo es negativo en Barrio Nuevo porque los vecinos están unidos.
En los últimos meses, gracias a una titánica y valiente decisión de sus dirigentes vecinales fue rescatada la cancha techada para los deportistas de la zona y la realización de eventos que encuentren a sus habitantes con la cultura y la diversión.
Justamente, este viernes reciente la referida cancha sirvió como sede para que el Ministerio de Interior y Justicia y el Ministerio Público juramentara a la Brigada de Prevención Integral, conformada por personas de la parroquia Concepción que trabajarán en la disminución de los delitos, de la mano con los cuerpos de seguridad y organismos del estado, como la Oficina de Prevención del Delito en Lara, enmarcado en la Gran Misión A Toda Vida Venezuela.
Al margen de esta plausible iniciativa, los problemas no dejan de constituir uno de los principales dolores de cabeza para los habitantes de Barrio Nuevo.
Los huecos en las calles representan un retraso para esa comunidad y ocasionan molestias al transporte público de pasajeros y parque automotor particular.
El asfalto parejo no ha llegado a la calle 59 con carrera 13B, ni a la carrera 12 desde la calle 54 hasta la 58.
Los cráteres que presentan estas calles son verdaderamente grandes y cada día que pasa los diámetros se expanden más a la espera de la intervención de la Alcaldía de Iribarren.
La desidia ha llevado a grupos de personas de esa comunidad a unirse.
Entre varios colaboran con dinero para comprar arena y cemento, y proceden a tapar los huecos, principalmente los que se encuentran en las esquinas porque son estos en los que caen los carros al ser sorprendidos.
Afortunadamente, quienes pasan en carros se sensibilizan y le dan dinero a quienes realizan la labor, a objeto de estimularlos y en agradecimiento a lo que no hacen las autoridades.
La falta de mantenimiento de las aceras también se hace evidente cuando las personas se lanzan a la calle para no caminar sobre los destrozos que les pueden ocasionar una torcedura de pie o una caída, sobre todo a las damas que usan tacones, debido a la irregularidad de la superficie.
Fotos:
Richard Alexander Lameda
