Los Cardenales de Lara volvieron a lucir apagados en ofensiva en el estadio Luis Aparicio “El Grande”, dominados en principio por el dominicano César Valdez y luego amarrados por los relevistas, y sufrieron su segunda derrota corrida ante las Águilas del Zulia, con idéntica pizarra de 7-1, para perder terreno en la tabla de posiciones y distanciarse juego y medio del liderato.
La toletería crepuscular fue maniatada en la primera parte del compromiso por el dominicano Valdez, a quien le marcaron apenas una carrera, ya cuando tenía cinco entradas de trabajo, pero luego tuvo oportunidad de producir más carreras, aunque todo quedó en amenaza debido a que no ligó el batazo clave cuando dispuso de situaciones con corredores en posición anotadora.
Palabras más, palabras menos, aunque despachó nueve indiscutibles, dos más que la noche previa, no pudo concretar cuando tenía la ocasión de firmar entradas más productivas. Eso ocurrió en los tramos seis, siete y ocho, cuando dejó a seis corredores en circulación.
En esa parte del desafío, el camarero Luis Valbuena, uno de los hombres grandes de la ofensiva crepuscular, tomó un par de turnos trascendentales, en el sexto con hombres en primera y segunda y una entrada luego con las bases llenas, y en ambas ocasiones abanicó la brisa.
Valdez, acreedor de la victoria, en gran trabajo, aceptó apenas una carrera, con siete cohetes permitidos, en seis entradas y dos tercios. El derecho, que recetó ocho ponches, lució intraficable en las primeras cinco entradas, con apenas dos indiscutibles recibidos, pero luego, afectado por el cansancio, lució menos dominante y permitió un poco más de libertad.
En contraparte, Harvey García, abridor de Lara, se metió en problemas de descontrol en el mismo inicio del compromiso y su trabajo se limitó a apenas un capítulo. García salió bien librado de una situación de tres en bases y un out en el mismo primer acto, pero en la siguiente entrada fue explotado con sencillo de José Pirela y doble a la raya del jardín izquierdo de Sandy León, que produjo la primera anotación.
Entonces vino al morrito Jhonny Montoya, que no llegó dominante como en relevos previos y Zulia aprovechó para marcar otras dos y despegarse 3-0.
Montoya enderezó el rumbo luego e hizo el trabajo de contención, lo que le permitió a Cardenales mantener el juego vivo.
Una pequeña reacción en la parte alta del sexto dio una luz de esperanza, cuando la tropa de Pedro Grifol marcó su primera y única rayita del careo (3-1), pero quedó el mal sabor por una sentencia dudosa del principal ante un deslizamiento de Gabriel Noriega tras rodado de Yangervis Solarte -claramente por la transmisión televisiva se vio el toque del plato y consecuente quieto- además del ponche recibido por Valbuena, con dos en bases, en lo que parecía un gran oportunidad para volver al compromiso.
No se ligó y Zulia, en la parte baja del mismo sexto, marcó dos para ampliar la diferencia. En el inning hubo una decisión polémica de Grifol, quien prefirió sacar al zurdo José Jiménez y llamar a Rómulo Sánchez, pese a que venían dos ambidiestros. Sánchez ponchó a Galviz, pero Henry Rodríguez -el gran enemigo de la noche- castigó con sencillo al centro para traer a Pirela y León, quienes estaban ubicados en tercera y segunda.
Allí prácticamente, el conjunto zuliano le puso el candado al compromiso, aunque luego, como seguro, marcó otro par, en el octavo, capitalizando el descontrol de Kelvim Escobar, para poner cifras definitivas.
Mal negocio no arañar ni un triunfo en Maracaibo, aunque se tiene una bonita oportunidad de recuperar terreno este jueves al recibir en el Antonio Herrera Gutiérrez a Leones del Caracas, en lo que promete ser un duelo a casa llena.
Foto: Cortesía Luis Bravo/Panorama
