La Biblioteca Pública Juan Bautista Rodríguez, ubicada al oeste de la capital del municipio Jiménez, en la calle 14 entre 12 y 13, entre las urbanizaciones La Florida y Santa Eduvigis, es una edificación construida durante la gestión de Orlando Fernández como gobernador y el doctor Manuel Díaz en tanto alcalde.
Conformada por varias salas, la estructura, además de poseer una considerable cantidad de textos para consulta de los estudiantes de Quíbor y todo el municipio, era utilizada por diferentes instituciones para sus reuniones.
Durante unos años la biblioteca fue frecuentada masivamente por grupos estudiantiles con fines de consultas o de estudios pues también sus salones sirvieron de sede para algunas misiones.
Lamentablemente en la gobernación, alcaldía o el mismo gobierno nacional que la utilizaban no se pusieron de acuerdo para darle el requerido mantenimiento y conforme transcurrían los días fue deteriorándose hasta llegar al lamentable estado en el cual se encuentra en la actualidad.
Los mayores daños están en los techos cuyas tejas, mantos y hasta el machihembrado presentan, no sólo filtraciones, sino enormes grietas por los cuales fácilmente ingresa el agua cuando llueve.
“Cuando está lloviendo tenemos que buscar un lugarcito donde no caiga agua, aunque es muy difícil porque hay filtraciones por todas partes”, dijo un joven quien afirmó ser vecino y asiduo frecuente a la biblioteca.
Los huecos existentes en el techo de la sala central son enormes. Algunos hasta con más de un metro de extensión.
Además, el centro del techo, por donde entra la luz a la sala, está cubierto por telas de arañas, otra muestra de que hace mucho tiempo que no le efectúan una limpieza.
Quienes allí se reúnen también corren peligro de resultar lesionados al desprenderse restos de la madera del machihembrado por lo cual tienen que estar atentos, mirando hacia arriba como medida de precaución.
Afortunadamente, hasta ahora, no ha ocurrido ese tipo de accidentes pero quienes realizan alguna actividad en el centro temen que cuando llegue la temporada de lluvias se agraven los daños que actualmente presenta el techo y otras áreas de tan importante institución.
Pero esa situación no existe sólo en la sala central, con el peligro que representa para los libros que allí se conservan, sino también en las otras, incluyendo la utilizada por la red de bibliotecas Pío Tamayo.
Los daños, igualmente, alcanzan a las paredes, también afectadas por filtraciones y falta de pintura.
Por si fuera poco, ni desde la alcaldía ni la gobernación se han preocupado por eliminar la maleza que cubre lo que hace tiempo fueron jardines en el frente y alrededores, que prácticamente lo cubren todo.
Por otra parte, de noche todo es oscuridad pues las lámparas exteriores dejaron de alumbrar hace mucho tiempo y no fueron sustituidas y la mayoría de las internas se encuentra en similares condiciones, igualmente por los años en uso.
“Lo más grave es que aquí tiene su sede la Autoridad Única del municipio Jiménez, que debe preocuparse por recuperar esta edificación que durante un tiempo fue modelo para otras de su tipo en el estado Lara”, manifestó por su parte el luchador social Nelson Pineda al ser consultado sobre la situación en que se encuentra.
También allí se programan las actividades de los llamados promotores sociales y, aparentemente, para todos esos funcionarios, incluyendo la Autoridad Única, el avanzado deterioro que presenta el inmueble es algo normal por lo que no hay que precuparse.
Según manifestó, el gobernador Henri Falcón tiene conocimiento del estado de abandono en el cual se encuentra la biblioteca Juan Bautista Rodríguez y piensa que habrá girado instrucciones para su recuperación, pero no han sido acatadas pues nada se hace para salvarla de su destrucción total.
Insistió en que ya se han levantado informes detallados sobre lo que está ocurrienddo con esa institución pero hasta ahora no hay respuesta alguna que avizore un proceso de recuperación de tan importante institución para los residentes en el municipio Jiménez.
Pero a pesar de todo eso, en la biblioteca Juan Bautista Rodríguez sigue habiendo actividades, no sólo con las reuniones de la Autoridad Única, los promotores sociales y otros organismos, sino también con los cursos que periódicamente se ofrecen a amas de casa, jóvenes y en general a vecinos de la zona.
De las tres salas existentes sólo la central registra actividad continua con la biblioteca, mientras que la ocupada por la Pío Tamayo en menor grado y otra sirve simplemente como depósito de algún material didáctico o de las misiones que han dejado de operar allí.
Existe preocupación entre los habitantes de las urbanizaciones La Florida y Santa Eduvigis pues consideran que, por falta de una efectiva vigilancia, en horas de la noche el inmueble pueda ser utilizado por antisociales.
Algunos se han pronunciado porque a la biblioteca se le dote de vigilancia permanente, en especial durante las noches, además que la policía realice patrullajes constantes para obligar a los delincuentes a emigrar a otras zonas de Quíbor.
Fotos: Luis Salazar
