En su peor partido del semestre, el Club Deportivo Lara ofreció muchas libertades en defensa, con mucha pasividad en la marca y agotamiento evidente, para encajar una inimaginable goleada por 1-5 en el Metropolitano de Cabudare y caer al último lugar del grupo 7 en la Copa Libertadores y recibir un duro golpe en sus aspiraciones de acceder a la segunda fase.
Fue un partido gris en líneas generales. Del ordenado y aguerrido equipo de presentaciones previas se vio muy poco y el rival aprovechó para clavar la daga, en medio de un compromiso que cerró su primera parte con pizarra de 3-0.
Hasta allí hubo partido, porque, por más que el conjunto larense levantó ligeramente en la etapa de complemento, el visitante, con oficio, sin caer en pánico, y en control de la situación en todo momento, se encargó de meter todo en el congelador, a diferencia de lo ocurrido la semana anterior, cuando ganaba 2-0 y la tropa de Lenín Bastidas vino de atrás para arrancarle un empate.
Wilson Pitonni, un volante de primera línea, fue el verdugo de los crepusculares con un par de “pepinos”, uno de ellos de tiro libre, mediante magistral ejecución, y el otro de cabezazo en el corazón del área, increíblemente sin marca y a placer, siendo uno de los más pequeños en cancha.
Olimpia, como recompensa, pasó al primer lugar de la llave (7 puntos), mientras que Lara cayó al sótano (4), debajo de U de Chile y Newell´s, ambos con seis.
Los problemas en defensa comenzaron temprano. Quizá presa del cansancio por la importante carga de partidos en las últimas semanas, los defensores tuvieron reacción lenta cuando los balones llegaban a su área, como ocurrió en el primer gol (minuto 7), cuando tras un balón largo, los zagueros desatinaron en el rechace, la pelota rebotó y la tomó Bareira, ante la adormecida defensa, para batir a Liebeskind. Era un aviso de lo que vendría.
Inmediatamente vino una jugada que pudo haber cambiado la historia del duelo. Fue una pelota ganada por Valoyes en el sector derecho, avanzó unos metros y trató de habilitar a Marlon Fernández que iba hacia el primer palo, pero el balón iba muy duro y “El Meñique” no pudo definir bien. Era el momento justo para devolverle el golpe a los paraguayos, pero no ocurrió.
El partido se puso “color de hormiga” al 25, cuando llegó el segundo del Olimpia, en una sentencia polémica. Herminio Miranda cobró un tiro libre, el balón pegó en el travesaño y luego picó sobre la raya. La acción continuó, pero increíblemente, cuando había pasado medio minuto, el principal convalidó la anotación y le bajó los ánimos a los crepusculares.
Como si no fuera suficiente, Olimpia anotó el tercero al 40 –el gran tiro libre de Pitonni- y prácticamente sentenció el desafío, sin siquiera terminar la primera mitad.
Estaba claro que era difícil remontar esa diferencia, pero quedaba el recuerdo de lo ocurrido en el partido de ida. Sin embargo, un segundo gol de Pitonni, al comienzo del segundo tiempo (47), enterró las esperanzas, por más que luego Yuber Mosquera consiguió el descuento (52).
Toca pasar la página. El venidero duelo es contra Newell´s Old Boys en suelo argentino y queda la obligación de ganar para no despedirse por anticipado del certamen.
Foto: Daniel Arrieta