Hablar de la realidad de las personas homosexuales en todo contexto siempre implicará herir susceptibilidades, sobre todo de quienes han ganado su dignidad a punta de conflictos, tristezas y conquistas.
Por ende, al sumergirnos en el ámbito más íntimo de estas personas, es decir, sus familias, pretendemos contribuir a la comprensión generalizada de que todos los espacios en los cuales se desenvuelven quienes tienen una opción sexual distinta a lo que estamos acostumbrados, son validos y tan ricos como cualquier otro, no habiendo motivos para que sean estigmatizados o discriminados. Lamentablemente en nuestro país no contamos con un régimen que garantice la tranquilidad y el bienestar de este tipo de familias y extrañamente, tampoco el de los hijos que de ellas emanen. ¿Es que acaso no todos somos iguales ante la ley?
Es bien sabido que las leyes son tan cambiantes como lo amerite la sociedad, pues entonces llego la hora de evolucionar legislaciones que se promulguen en pro de la protección de los derechos de esta no tan nueva clasificación de familias, es tiempo de conceder los espacios, las normativas y el reconocimiento que tanto añoran, porque duélale a quien le duela es una realidad.
#Opinión: Familias homoparentales Autor: Andrea Zambrano
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