Una sola máquina debe producir mensualmente más de 5 mil impresiones, lo cual también incluye las historias médicas
Llegar hasta este lugar no es cosa fácil. Muchos desconocen que desde su fundación el Hospital Central Antonio María Pineda cuenta con una tipografía, especializada en imprimir todo lo referente a la papelería que se utiliza en el concurrido centro asistencial.
Alrededor de 5 mil impresiones se realizan mensualmente en este espacio, desde hojas para las historias médicas, hasta el control de los marcajes de enfermería, residentes y récipes médicos.
Lo que en otros años funcionó como un amplio servicio de imprenta en las áreas del sótano del Hospital Central, luego, a causa de las diferentes filtraciones y problemas que se presentaron en este espacio, fueron mudados a un pequeño cuarto alejado de toda la actividad médica y administrativa, pero en el conjunto de la institución.
Un lugar del cual ningún visitante se ha percatado de la existencia de este servicio, en el cual laboran tres trabajadores, quienes por más de 25 años han dedicado su vida a este oficio.
Una máquina antigua que aún funciona con sistemas de “letra por letra”. Es la única imprenta que continúa activa. Las demás se dañaron años atrás, y simplemente fueron desincorporadas sin traer otras de reemplazo que ayuden a cumplir con la cuota de miles de impresiones que semanalmente se necesitan para los diferentes servicios del Hcamp.
Eliú Alvarado es el encargado de la tipografía desde hace algunos meses, cuando fue desincorporado Esteban López, quien dio 37 años de su vida a este servicio. Relató cómo pasan los días en este reducido espacio, sin contar con aire acondicionado, mobiliario adecuado e insumos suficientes para cumplir el abastecimiento de papelería del hospital.
La tipografía modelo que contaba con una moderna edificación donde más de 10 máquinas de impresión funcionaban sin parar, con áreas de oficinas, secretarias y demás, hoy sólo cuenta con un galpón, donde las horas se pasan en tratar de compensar el tiempo perdido por la falta de materiales y a cuatro manos se utilizan dos máquinas antiguas para el timbrado del papel.
“La imprenta fue concebida para que desde acá se elaborara toda la papelería del Hcamp, pero poco a poco hemos quedado rezagados. De las tres máquinas con las que se contaba en un principo, ahora sólo funciona una imprenta antigua, con la cual imprimimos lo que se puede”.
La máquina que funciona actualmente es de tipos móviles, sistema de impresión de piezas de metal que se arman una por una. Son antiguas. Cada letra está impresa en relieve.
Es un trabajo que lleva bastante tiempo y además es muy engorroso, comparado con las actuales técnicas de impresión en grandes tirajes, con sistemas digitales.
Modernidad cero
Al año, más de 800 mil hojas son impresas en esta área, con una sola máquina que está a punto de colapsar.
“Las condiciones de trabajo son muy malas; no tenemos un espacio adecuado para poder desarrollar nuestro trabajo, además las máquinas una a una se han ido desincorporando sin que traigan otras para sustituirlas. Desde que hicieron el Hospital Central no han traído una máquina nueva para este servicio, por lo tanto se dañan y no tenemos la posibilidad de hacer formatos nuevos”.
La modernidad en la impresión es nula para el centro asistencial. Nisiquiera puede ser incluido algún logotipo, membrete o modificación moderna debido a lo arcaico del procedimiento.
“No podemos inventar mucho; las historias siempre son las mismas. Este sistema nos imposibilita muchos avances. Tenemos clichés elaborados desde hace años por el Ministerio de Salud y ahora ya no se producen”.
Así mismo, cuentan con una sola máquina para cortar las láminas de papeles en sus diferentes tamaños para cada impresión y, a pesar de que han presentado varios proyectos para modernizar el servicio, aún no han tenido respuestas.
“Se tienen pensadas varias modificaciones como la desincorporación de máquinas que no se usan y la inclusión de nuevas impresoras, entre ellas un copy printer y una máquina litográfica que utilice planchas de papel, lo cual agilizaría mucho los trabajos”.
Espacio inadecuado
Techos de zinc y paredes derruidas conforman el pequeño cuarto de la imprenta. Los conductos de aire acondicionado se dañaron
Cumplir la norma será imposible
Con todos estos problemas, la adecuación de un nuevo sistema de récipes sería casi imposible para el Hospital Central. La imprenta no tendría la capacidad para cumplir con estos requerimientos, que fueron anunciados por el Ministerio de Salud en meses pasados y debido a su ambigüedad tuvieron que ser oportunamente suspendidos “hasta nuevo aviso”.
