Mentir es un recurso de los poderosos para conquistar o conservar el poder, fue una de las conclusiones a las que llegaron los panelistas que participaron este miércoles en el foro La mentira como herramienta política, que organizó la organización no gubernamental Transparencia Venezuela.
Para Vladimir Villegas, periodista y ex viceministro del gobierno de Hugo Chávez, la «mentira en la política está asociada a la búsqueda de poder», y en su opinión es innegable que quienes lo ejercen en Venezuela utilizan este recurso reiteradamente.
Por ejemplo, «es mentira quecon la Quinta República se resolvieron los problemas del país. Algunas de las grandes mentiras de este Gobierno, que se han profundizado en el último período, son la autonomía de los poderes públicos y la igualdad de oportunidades», explicó. «Al lema Ahora Venezuela es de todos yo le agregaría la etiqueta «pero ciertas condiciones aplican», añadió.
Así mismo, el hermano del hoy ministro de Comunicación e Información, se refirió al caso del audio divulgado el lunes por la oposición que hizo públicas polémicas consideraciones del conductor de La Hojilla, Mario Silva.
Para Villegas, hay una forma de conocer si una persona dice la verdad que se transmite en la comunicación gestual, y en este sentido, consideró que la autenticidad del documento y la no veracidad de las versiones que indican que es un montaje, quedó demostrada en la cara de los aludidos.
«Fíjense en la cara de cada uno de los actores que han ido apareciendo en los últimos días y apliquen lo que nosotros llamamos el carómetro (…) Con respecto a Maduro, en muchas oportunidades su cara denota que no está diciendo la verdad, por ejemplo la sonrisa que tenía la noche que se publicó el audio de Silva era una sonrisa forzada, como era la mirada de Diosdado Cabello, la de alguien que está en un trance difícil o tratando de disimular el golpe», dijo.
Igualmente, señaló que hay distintas formas de mentir cuando se está en la tribuna política.
«Prometer algo en una campaña electoral y después hacer todo lo contrario; prometer acabar con la corrupción y rodearse de corruptos es una forma de mentir, pero otra forma es ocultar los entornos que gobiernan la actividad política, financieros, familiares, los grupales e incluso hasta los religiosos. Es un campo bastante complicado», acotó Villegas.
No obstante, así como en otros aspectos de la vida social, considera que la extrema sinceridad es un obstáculo, pero la clave es reconocer los matices.
«La mentira en la política es una extensión de cómo nos relacionamos los seres humanos, el secreto está que el ciudadano sepa a tiempo develar la verdadera intención de quien opta a un cargo público, y eso se logra con la información. El problema es que aquí en Venezuela no tenemos acceso a toda la información», señaló Villegas.
Opacidad
Precisamente el tema del cierre de los canales de comunicación oficial fue abordado por el director de la ONG Espacio Público, Carlos Correa.
«El sistema está hecho para que no se dé información pública». Resaltó que en el país se han tomado todas las medidas para que la contraloría social no sea efectiva.
Expresó su preocupación en lo cotidiano que se ha hecho en Venezuela este tratamiento opaco de la información. «Yo sostengo que no decirnos lo que queremos saber es una forma de mentir y mantenernos en el engaño».
Carmen Beatriz Fernández: Estrategia nazista
Para la consultora política Carmen Beatriz Fernández, en la sociedad venezolana se ha venido aplicando la misma estrategia ideada por el ministro de propaganda del régimen nazi, Joseph Goebbels. La misma fue teorizada posteriormente con el nombre de la «propaganda hipodérmica».
«Según esto, un mensaje puede ser inyectado a unas audiencias en algo que funciona como una suerte de lavado de cerebro», explicó.
«En regímenes totalitarios la mentira no sólo es una herramienta sino que es la forma de comunicar del Estado. Allí entra esta frase emblemática de Goebbels, que dice que sería posible probar que un cuadrado es un círculo, si se tiene una repetición suficiente y la comprensión psicológica de las personas implicadas», agregó la especialista.
Así mismo, para Fernández, esta manera de hacer política ha tenido sus efectos en la población venezolana, lo que, considera, se ha puesto de manifiesto con el caso de la grabación.
«Cada mitad del país decide creer en lo que más le interesa creer. Hay algunos sectores de la sociedad que ya decidieron en qué verdad creer y no importan las evidencias que tú les muestres porque siempre apelarán a su verdad», indicó. Puso como ejemplo ilustrativo lo reflejado en el foro de tendencia chavista Aporrea.com, que en opinión de Fernández indica que «están tratando desesperadamente de creer que el audio de Mario Silva fue un montaje, independientemente de las evidencias en contra».
«La Hojilla era una intranet oficialista que le mandaba argumentos a los chavistas duros para continuar creyendo en lo que ya decidieron creer», subrayó.
No obstante, la analista advirtió que esta tendencia no es irreversible y eso se está comenzando a observar en el escenario nacional, porque «la mentira tiene patas cortas».
En ello, precisó, los medios de comunicación han jugado un papel muy importante, al ser los determinantes de la agenda política mediante la «iluminación» de lo que es noticia o no.
Por ejemplo, cuando Nicolás Maduro aseguró que el ex presidente colombiano Álvaro Uribe complotaba para matarlo, al día siguiente las portadas de los principales diarios de circulación nacional estuvieron lejos en primera plana, acotó Fernández.
