Reflexiones en positivo – La guitarra para el músico

Aunque estemos hundidos en las confusiones en estos momentos en nuestro país, no debemos desmayar ni por una fracción de minutos, en enviar un mensaje de ánimo al mundo, que se convierta de un sueño a la realidad, por medio de la voluntad y el optimismo que abunda en todo buen ciudadano, especie que afortunadamente aquí abunda y está, o estamos, a la expectativa de que todo lo que viene de ahora en adelante es mejor y bueno para todos, siempre y cuando sigamos trabajando y produciendo por sobre todas las dificultades con paciencia, y tolerancia, que esto prevalezca por sobre las agresiones: responder con hechos pacíficos, fe y creatividad, esperar un poco los resultados de que esto va a ser por el bien de todos, hablar muy poco, hacer mucho, con mucha fe, que quien desea y goza haciéndonos daño se enreda en sus propias trampas, mientras que el que lucha por la paz y el bien su compromiso es hacerle caso a lo dicho por Churchill: “Hablar pasito pero cargar un garrote en la mano”, hacer ruido lo menos posible, hablar menos y hacer más.
Evitar las confrontaciones y no andar dando gritos e insultos, dejar espacio para el debate y el diálogo, no poner en práctica un corto mensaje que lo dice todo, del poeta Edgar Benítez: «Soy un hombre abierto al monólogo”, aunque también dice: «Sólo el silencio dice la última palabra».
Debemos o deben ser sincero con el país, hablar con la verdad por delante, convencerse que la conciencia es un juicio absoluto, rígido, y nadie puede huir de ella. Leído de Juan Vené, recordarle a los que mienten que la verdad es idéntica a la realidad, esto va con los megalómanos que hablan o le dan a la lengua sin poner el cerebro a funcionar y corren el riesgo de no ser creídos, es decir la verdad es la honestidad de lo que dices o haces.
No nos cansemos de rogar a Dios, que nos alumbre el camino del amor y la paz, nos dé voluntad y fuerza, voluntad para no perder la fuerza de seguir luchando en busca del bienestar, que nos regrese el optimismo y la unión, que no seamos presa fácil de lo dicho por Oscar Hertin: “El miedo y el odio se aprenden”, parece que en poco tiempo este pensamiento tuvo buena cabida en nuestro país y en nosotros.
Los que añoramos la paz, la prosperidad y el éxito de todos, estamos en la obligación de combatir esta peligrosa infección con buenos modales, fe y hechos positivos, antes de que este daño siga aumentando y acabe con nuestro país; tomar esto con mucha seriedad y pasión, que no nos sintamos culpables de que muchos inocentes y gente joven que están empezando a ver el mundo por culpa de los que no supieron defender sus derechos, caigan directamente en el averno.
Debemos ajustarnos a la realidad sin escatimar esfuerzos, dejar de soñar, lo que hay que hacer es trabajar por el futuro con energía y no caer en aquel dicho: Todos se dedican a los dolientes, pero nadie se atreve levantar al muerto. Recordemos que lo único que dignifica a las personas es el trabajo honesto y no las dádivas del gobierno, oremos para que el alto gobierno entienda con todo el respeto que no pueden ser: empresarios, comerciantes, constructores, operadores de hoteles, areperos, industriales, agricultores, ganaderos, farmacéuticos, médicos, ingenieros y profesores. Su obligación es apoyar en todos los sentidos a quien desea honestamente: generar empleos, riquezas para todos, independencia económica, mantenernos ocupados, darnos confianza, respeto, estabilidad, seguridad integral y esto se hace por vocación no se aprende tan fácil.
Lo que se aprende con facilidad es lo que antes cité: el miedo y el odio, convencerse de que cada diez empleos ocho los genera el sector privado, a mi poco entender éste debe ser el mejor aliado del gobierno y no lo contrario, ¿que respuesta le pueden dar al país de las 2011 empresas que han desaparecido? Sería bueno saber si están en plena producción las 4.800.000 hectáreas intervenidas, y a quién no le  gusta que le alivien la carga o compartan esfuerzos y responsabilidades. A veces  es difícil de entender, y como decía mi abuela Ramona, este mundo está lleno de ingratos por no decir malos agradecidos. Recapaciten, ingratos, y compartan la carga, todos queremos la unión en todos los sentidos, entiendan que de los pleitos hasta el que se considera ganador sale perdiendo.
Unidos todos por la producción nacional.
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@JGmendozabarqto