Con el objetivo de formar a los estudiantes en el campo de la investigación científica y social, alumnos de quinto año de bachillerato del Colegio Rioclaro exponen cada año proyectos en distintas categorías, previo a su graduación.
Carlos Parra, director de la institución, y Henry Camacho, profesor de biología y coordinador de los proyectos informaron que este año presentaron cinco trabajos.
“Uno de ellos fue la presentación del bioetanol de la yuca, en donde demostraron que podían extraer combustible de este tubérculo, con resultados menos dañinos al ambiente por disminuir los índices de contaminación, que al tiempo podría llegar a ser el sustituto del petróleo”, explicó Camacho.
El segundo grupo de estudiantes presentó el trabajo sobre la influencia de los videojuegos en adolescentes.
A través de una investigación social hablaron sobre los factores de estrés, hiperactividad, depresión, y otros, que pueden generarse en el individuo por la adicción a estos juegos.
“Depende del tiempo que dediquen a los videojuegos también pueden contribuir a liberar estrés, eso será explicado por los jóvenes”, señaló Camacho.
Guía taxoecológica
En cuarto año, los estudiantes del Colegio Rioclaro reciben clases de taxonomía, un descubrimiento de los insectos, que se hacía tedioso y aburrido en años anteriores.
“Por esta razón, otro grupo de futuros egresados del colegio realizó una especie de album de barajitas de los insectos que se encuentran en las áreas verdes de nuestra institución”, explicó Camacho.
De esta manera, el aprendizaje de la taxonomía se hará más amena, con un recurso más interactivo, visual y creativo elaborado por los futuros investigadores.
“Los próximos estudiantes pegaran barajitas y clasificarán a los insectos de una forma divertida”, señaló Henry Camacho.
Fabricar un prototipo para producir agua destilada fue el cuarto proyecto realizado por estudiantes del Colegio Rioclaro, con el objetivo de que pueda ser utilizada en los laboratorios de química, biología y física, para reducir el tiempo y el uso de recursos en estas clases prácticas.
El quinto proyecto fue la extracción del fluido de la uva llamado mosto, que podrá ser utilizado en una práctica de laboratorio sobre los disacáridos.
“Con este proyecto podemos conocer o tener mayor referencia sobre la sucarosa que se extrae de la uva, como de otras frutas (manzana, etc.)”, comentó el docente en biología.
El director de la institución informó que se presentaron un total de 42 proyectos, elaborados entre los jóvenes que cursan las dos secciones de quinto año de bachillerato.
“Nuestra política es aceptar un máximo de 25 jóvenes por sección, para poder ofrecerles mayor atención a cada uno de los estudiantes, conocer sus aptitudes, necesidades y conductas, con el objetivo de apoyarlos para que cada día puedan superar sus propias expectativas”, comentó Parra.
