Venezuela tiene potencial para exportar autopartes

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En el marco de la política de control de cambios, el sector autopartes llegó a exportar USD 262 millones en 2004, año a partir del cual las ventas en el exterior comenzaron a caer. La causa tiene que ver con la sobrevaluación del bolívar que origina el anclaje cambiario. El dólar subsidiado estimula las importaciones y castiga la competitividad cambiaria de las exportaciones venezolanas. Ni a 2.15, ni a 4.30 ni a 6.30 los exportadores de autopartes logran reponer los costos internos que crecen en un promedio de 20% anual, de acuerdo a los datos de inflación del propio BCV.
La tasa oficial subsidiada, en comparación con el precio que indica el mercado, estimula las importaciones que desplazan cada vez más las autopartes hechas en el país. Pero la sobrevaluación también castiga la competitividad internacional de las exportaciones de autopartes. Los datos de Favenpa así lo confirman.
En el 2005, cuando se fabricaron 154.961 vehículos, los autopartistas recibieron una asignación de USD 427 millones de dólares de Cadivi, y las exportaciones del sector alcanzaron los USD 225 millones de dólares. Esto indica que los fabricantes de piezas y repuestos generaron por exportaciones, el 53% de las divisas que le fueron liquidadas ese año a la tasa oficial. En 2007 se logró un record de ensamblaje de vehículos de 172.361 unidades, pero las exportaciones de autopartes cayeron a USD 128,3, para una cobertura del 28% de las necesidades de divisas del sector, que para ese año fueron de USD 456 millones. A raíz del anclaje cambiario, la contribución de los fabricantes de autopartes a la generación de nuevas fuentes de divisas ha caído en picada, hasta llegar a solo USD 8,5 millones al cierre del año 2012, para una cobertura de apenas un 3% de las necesidades de divisas de los fabricantes de piezas y repuestos.
Los datos son contundentes. Sin lugar a dudas, la sobrevaluación de la tasa de cambio oficial estimula las importaciones e impone un sesgo anti-exportador, lo cual origina una balanza comercial cada vez más deficitaria. Los fabricantes nacionales de piezas y repuestos, de generar más del 50% de sus necesidades de divisas, han resultado severamente perjudicados por el anclaje cambiario, toda vez que perdieron su capacidad para exportar y así fueron convertidos en un sector cada vez más dependiente de las divisas provenientes de la renta petrolera.
Los autopartistas venezolanos hemos demostrado con hechos que tenemos capacidad para conquistar mercados internacionales y cubrir con el ingreso que generamos, un porcentaje creciente de nuestras necesidades de divisas. Pero reconstruir el potencial exportador de los fabricantes nacionales de autopartes requiere una nueva política cambiaria, la cual pasa por fijar una tasa de cambio que exprese la verdadera productividad de la industria. Y para poder adquirir el componente importado que todavía no puede ser cubierto con los ingresos propios, en las subastas del SICAD o el mecanismo alterno que establezca el Ejecutivo Nacional, no se puede poner a competir a los productores con los importadores. Si se quiere estimular la manufactura nacional, deberían separarse las subastas para uno y otro sector, fijando precios diferentes. Mientras mayor transformación tenga el producto a importar, mayor será la tasa de cambio a pagar, desalentando así la importación de bienes con mayor grado de industrialización. De esta forma, no solo se ahorrarían divisas al sustituir importaciones por producción nacional, sino que también se generarían nuevas fuentes de divisas al aumentar las exportaciones de autopartes.
En efecto, si se autoriza que los exportadores subasten el ingreso en divisas equivalente al valor agregado que generan, esto les permitirá recibir en bolívares un monto superior al que obtienen cuando se ven obligados a vender -a la tasa de cambio oficial-, el mayor porcentaje de su ingreso en divisas. Los fabricantes de repuestos reintegrarían a la tasa oficial solo el monto de divisas que les ha liquidado Cadivi. Esta medida estimularía la manufactura nacional, ya que mientras mayor sea el valor agregado de nuestras exportaciones, mayor será el monto de divisas que podremos subastar directamente.
Adicionalmente, para reconstruir la capacidad exportadora y contribuir a la generación de nuevas fuentes de divisas, Favenpa propone:
1. Asegurar el suministro de materias primas en adecuadas condiciones de precios, calidad, oportunidad de entrega y condiciones de financiamiento por parte de Pequiven y las empresas básicas de Guayana.
2. Agilizar los trámites de solvencias, certificados de no producción y divisas.
3. Duplicar la alícuota neta del Draw Back.
4. Fortalecer la infraestructura portuaria, simplificando y automatizando los trámites administrativos.
5. Apoyar el ingreso de Venezuela al Mercosur como un país exportador, a través de acuerdos bilaterales en el sector automotor, que incluyan un sistema de comercio administrado de autopartes y vehículos.
6. Establecer cuotas de exportación de autopartes venezolanas, como condición para autorizar las importaciones de vehículos ensamblados
7. Garantizar el nivel de empleo, evolucionando del concepto de inamovilidad laboral al de estabilidad laboral.

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