A este gobierno le resultan incómodos todos los medios independientes que desnudan la realidad del país y quiere asfixilarlos mediante cualquier tipo de medida, para lo cual recurre a las instancias judiciales, declaró el Dr. Guillermo Palacios., diputado a la Asamblea Nacional, a propósito de lo que está pasando con el editor del semanario Sexto Poder, Leocenis García.
Esta es una política de persecución indetenible que ha venido desarrollando el Ejecutivo Nacional desde hace casi quince años, desde el mismo momento en que Hugo Chávez llegó al poder y ha sido continuada por Maduro y todos los que comulgan con el llamado proceso revolucionario.
Claramente hay una campaña persecutoria contra editores, periodistas y, en general, contra los medios de comunicación social.
En definitiva, contra el derecho a la libertad de información y expresión, ya que cualquier medio que informe o denuncie situaciones irregulares, que sobran en la administsración pública porque se van sucediendo uno tras otro, se le convierte en incómodo a los funcionarios, quienes constitucionalmente deben ejercer funciones transparentes; pero, estos presuntos revolucionarios le dan una interpretación caprichosa al texto constitucional y obran arbitrariamente, desconociendo leyes y normas.
Ya hemos visto que a algunos medios les han aplicado una serie de medidas, que muchos han resistido y otros no, porque no tienen la suficiente fortaleza económica.
Cuando se han presentado casos como el de Sexto Poder, los han asediados a través de denuncias como la que interpuso el diputado Julio Chávez, por mandato del gobierno nacional, para que cerraran ese semanario.
Esa denuncia por legitimiación de capitales llama la atención porque el mencionado parlamentario no tiene moral para acusar al editor de Sexto Poder, ya que cuando fue alcalde del municipio Torres, en el estado Lara, cometió una serie de irregularidades; pero, cuando formulamos la denuncia ante la Asamblea Nacional fue rechazada porque, según alegaron, no se podía investigar a los parlamentarios.
Pero, ¿cómo si son investigados Juan Carlos Caldera, Richard Mardo y otros diputados?, pregunta Palacios. ¿Por qué no se investigan las denuncias contra Diosdado Cabello, cuyos señalamientos han sido hechos por su propia gente? Es por ello que la gente sabe perfectamente cuál es el objetivo.
