Las voces de Penélope – De bobinas

-

- Publicidad -

La carestía de papel periódico pone sobre el tapete la libertad de expresión, que nunca ha sido muy libre por estos fueros y hoysuma a la censura directala mala administración económica. Estábamos acostumbrados a investigar académicamente, a discutir los desacuerdos sin insultos, a reclamar en prensa, radio y TV, la manipulación  informativa y denunciar a los que enviados por el gobierno de turno y  armados con lápiz rojo, censuraban las informaciones. Era impensable que la tan criticada hegemonía comunicacional, pudiera algún día ser practicada por el Estado o que voceros gubernamentales utilizarían el insulto y la amenaza mediática.
Hoy está clara la relación entre carestía de papel y censura. La respuesta oficial  desestimó la escasez y sólo ahora, sus diputados de la AN admiten que hay un “problema grave”, aunque su presidente grite –como si fuesen suyas- que no se darán las bobinas.La estrategia del caracol,al no otorgar las divisas en su momento o de alargar los tiempos de espera y recaudos, está a punto de dejar a la intemperie no sólo a los grandes periódicos de circulación nacional o regional como El Impulso, sino a los pequeños. Todos entraránmás temprano que tarde en el túnel del cierre y desempleo de unas 30.000 personas.
Pocas cosas resultan tan evidentes como el ejercicio del totalitarismo en cualquier área: las dificultades de las familias para enviar remesas a familiares, lo cual no tiene que ver con el control para su adjudicación ni con el chequeo que debería hacerse a losextranjeros que revenden las remesas. Ocon los jóvenes que desean estudiar inglés y las juntas comunales les niegan la carta de residencia porque tal idioma no hace falta.El suministro de las benditas bobinas está siendo sospechosamente torpedeado, al dificultar la disidencia informativa en el país. Se acusa de mal periodismo a los que no se pliegan al discurso oficial, olvidando que de necesitarse, la democracia tiene mecanismos para solventar la falta de ética periodística. Castigan, esa es su intención, a quienes nos dan la posibilidad de conocer una arista distinta de los hechos, negándonos la posibilidad de reconstruirlos a partir de nuestra propia experiencia, sentido común, análisis crítico y competencias como lectores.
El discurso de Maduro anunciando que decretará normas para “eliminar el amarillismo” indica quién decidirá sobre lo que debe informarse o no, como si el desempleo, la corrupción, la crisis hospitalaria y la inseguridad con sus 25.000 muertos, no las supiéramos todos al ser tocados de manera directa o indirecta, al margen de las ideologías. Sólo los gobiernos autoritarios propician la desinformación y censura, ignorando que toda experiencia cruzada por la vivencia del dolor y el duelo, nos marca y nos enajena más que cualquier palabra, pues no requiere de otra bobina que no sea la del corazón.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

- Publicidad -

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -