Recibieron cristiana sepultura los funcionarios de la Policía del estado Lara asesinados en hechos diferentes.
Como se recordará, Orlando Antonio Castro Hernández fue asesinado el pasado día martes en horas de la mañana cuando, se presume, estaba tras la pista de un armamento ubicado en una residencia del barrio El Pampero, al norte de la ciudad.
Entretanto, Antonio Ramón López Daza fue asesinado pocas horas después, el pasado miércoles, mientras compraba medicamentos.
En ambos hechos, aún no se cuenta con la versión oficial por parte de la autoridad del organismo de seguridad, sobre cómo se desarrollaron los hechos y de los detalles de los mismos. Con respecto a Castro, se desconoce el motivo por el cual el agente estaría en una misión en horas en las que no estaba de servicio y por qué la realizaba al norte de Barquisimeto cuando estuvo destacado en el Centro de Coordinación Policial de La Mata, en Cabudare.
Sobre el asesinato de López Daza, hecho en el cual la víctima logró abatir al supuesto antisocial que le propinó los disparos que provocaron su deceso, se supo que su victimario no vivía en la ciudad sino que residía en Valencia, estado Carabobo, y se encontraba en compañía de su esposa e hijo en una «encomienda» que le costaría la vida.
Además, se presume que Yorman Gregorio Bastardo Machado, el supuesto hampón, usaba la identidad falsa de Omar Machado para cometer sus fechorías, y es este nombre el que está asociado a crímenes de asesinato y robos; mientras su verdadera identidad no tenía antecedentes judiciales.
Castro fue velado en la funeraria Laya, en la avenida Venezuela con calle 37, y enterrado en el cementerio Jardines Celestiales de Cabudare, en el municipio Palavecino. López Daza fue velado en la funeraria Metropolitana y enterrado en el cementerio con el mismo nombre en horas de la tarde.
