El norte de Barquisimeto colapsó por completo este miércoles a consecuencia de varias protestas protagonizadas por representantes de comunidades que cerraron dos importantes vías reclamando agua y electricidad.
La primera de esas manifestaciones la realizaron habitantes del sector Juan Sánchez en la intercomunal Barquisimeto-El Cují, a la altura de la Ruezga Sur, donde impidieron el tránsito automotor con cauchos en llamas.
Rosa Figueroa, una de las vecinas, dijo que a las ocho de la noche del martes explotó un transformador y se quedaron sin suministro eléctrico.
“Desde anoche estamos llamando a Corpoelec y a esta hora (9 de la mañana), todavía no han venido y ahí está el transformador echando humo todavía y nosotros sin luz”, expresó.
“Pero tampoco tenemos agua desde hace siete días y en Hidrolara lo que hacen es mamarnos gallo pero no nos solucionan el problema y tenemos que comprar las pipas a cien bolívares, y agua salada”, manifestó por su parte Joshanny Colombo, otra vecina.
Mientras persistió la protesta, quienes venían desde las parroquias El Cují y Tamaca, así como del municipio Crespo, debían caminar unos tres kilómetros para llegar a la ciudad, o recurrir a los mototaxistas, algunos de los cuales les cobraban tarifas exageradas por sus servicios.
Cerca del distribuidor Polígono de Tiro el tránsito automotor también quedó suspendido, pero no por protesta alguna sino por los mototaxistas que establecieron prácticamente un terminal en plena vía.
Pero en la Circunvalación Norte el total colapso del tránsito automotor fue peor, sobre todo para camioneros y gandoleros de paso por la ciudad pues varias comunidades colocaron barricadas reclamando el suministro de agua.
Primero estaban habitantes de Colinas del Norte quienes, según Wendey Pacheco, tienen un mes sin el líquido vital.
“El agua nos llegaba por cisternas pero hace un mes desaparecieron. Vamos a la alcaldía y nos mandan a Hidrolara y si vamos a Hidrolara nos devuelven para la alcaldía, o sea que es una mamadera de gallo y estamos comprando cada tanque de agua salada en 200 bolívares y no es justo”, indicó.
Pero más adelante eran habitantes del sector Jacinto Lara quienes mantenían cerrada la vía a pocos metros del punto de control de la Macías Mujica.
Carlos Briceño, uno de los líderes, explicó que muy cerca, en El Trompillo, existe un tanque lleno de agua pero algunas personas manipulan a su antojo la llave para que no les llegue.
Hizo un llamado a las autoridades de Hidrolara para que intervengan y regulen la distribución del vital líquido a fin de que se beneficien también más de cinco mil familias del sector Jacinto Lara.
Allí se presentó un oficial de la Guardia Nacional que les escuchó acordándose acudir a Hidrolara para buscarle solución al problema.
Más adelante, hacia el oeste, se encontraban los vecinos de Brisas del Norte y colinas de El Trompillo, también exigiendo el mismo servicio.
Uno explicó que, además de ellos, el mismo problema tenían los residentres de sectores como José Cruces, Joel Sequea, Alí Primera y Luisa Cáceres, entre otros.
También allí se presentó un efectivo de la GN y en una camioneta llevó a varios vecinos hasta donde plantearían el problema “al organismo competente”.
El cierre de la Circunvalación Norte se prolongó hasta el mediodía, obligando a los conductores de camiones y gandolas de paso por Barquisimeto a hacer una parada obligada de varias horas a la espera de su reapertura para seguir sus viajes hacia el centro u occidente.
“Aquí no hay autoridad y nosotros sufrimos las consecuencias. No hay derecho a que nos obliguen a deternernos aquí por sus problemas”, dijo uno de ellos.
