Desde el viernes en horas de la madrugada, luego de un apagón ocurrido la noche anterior, numerosas comunidades de la zona rural de Palavecino se vieron afectadas por el corte de suministro de agua.
Hasta el sábado, Hidrolara no había informado sobre los motivos de la suspensión del servicio, sin embargo, el malestar no se hizo esperar y a través de las redes sociales, vecinos de los sectores afectados advertían del suceso y solicitaban la intervención de Hidrolara.
Pero hasta este martes, El Placer, El Tamarindo, El Mayal, Coco e’ Mono, Los Cañizos, La Montaña, entre otras comunidades aún no habían recibido “ni una gota de agua”, reveló Yoanny Gudiño, dirigente de la zona, lo que generó que vecinos de La Floresta y La Nicaciera, “hicieran vacas” para comprar agua a camiones cisternas, a un costo de especulación.
“Pero la necesidad tiene cara de perro”, aseveró Eliarrosa Rodríguez, vecina de La Nicaciera, agregando que la situación es reiterativa y “la culpa se la endosan a los también ineficientes de Corpoelec”.
Normalizarán servicio
El delegado de Hidrolara en Palavecino, ingeniero Francisco Vargas, declaró que el pozo 2 ubicado en El Placer, se vio afectado con la suspensión eléctrica del jueves y cuyo voltaje permaneció inconstante en el lugar.
El diagnóstico se realizó el sábado en la tarde y el equipo se sacó de servicio el domingo. La valoración dio como resultado que el equipo y la bomba se encuentran en buenas condiciones, pero a pesar de ello, el mecanismo de acople entre ambos sufrió, lo que ameritó su sustitución.
Vargas señaló que para este martes, el pozo que bombea unos 30 litros por segundo, entraría nuevamente en servicio.
Acotó que el pozo 2 fue recientemente sometido a mantenimiento correctivo.
Clocas desbordadas
Debido al desborde de cloacas, habitantes de urbanización La Caracola amenazaron con tomar la calle si Hidrolara no corrige la dramática situación que está minando la salud de los vecinos del sector.
El funcionario dijo que la hidrológica atendió el caso pero se presentó una reincidencia, lo que mereció efectuar una inspección determinando que en la parte alta del Asentamiento Campesino La Mata funciona un autolavado que descarga las aguas de aceite de motor y carrocería a la red cloacal, generando la obstrucción.
En El Trigal, Hidrolara sustituyó 32 metros del colector de ocho con una inversión de 120 mil bolívares, “aunque persiste el colapso en una parte de la zona y es debido a que la red está deshecha”, advirtió.
