Pago de bonos de deuda exige disciplina fiscal

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La caída en los precios del petróleo, sumado a los múltiples compromisos en divisas, que incluyen los últimos pagos de bonos de deuda de 2015, requerimientos de moneda extranjera para la importación y otros endeudamientos, convierten a Venezuela en objeto de preocupación para el mundo, ante lo que podría ser una amenaza de impago o la reducción en sus gastos, en tiempo de campaña electoral.

Para este 2015, Venezuela requería de más $10.923 millones para honrar el pago de intereses de deuda pública en 2015, según información publicada en el pulso mensual del mes de febrero de la asesora financiera Econométrica. El país ya cumplió con los  adeudos del primer semestre del año, pero aún le restan altos montos a cancelar para los meses de octubre y noviembre, justo un mes antes de la elección de diputados para la Asamblea Nacional (AN).

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Sobre este respecto, se consultó al economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Luis Oliveros, quien afirmó que desde el mes de julio y hasta diciembre, el país debe pagar $6.400 millones, por compromiso de deuda externa. Entre octubre y noviembre los pagos son de aproximadamente $ 3.600 millones, grueso de lo que se debe terminar de aportar en lo que resta del año.

“Sin embargo, se cree que  Pdvsa ya compró buena parte de esos bonos que vencen. Nunca lo han anunciado por el problema de transparencia en la información que existe en el país, pero en el mercado hay un convencimiento de que Pdvsa compró esos vencimientos”, agregó el especialista en la materia quien señala que, cumpliendo con su deber, el Gobierno debió haber ahorrado en los recientes meses  para hacer los pagos de deuda externa venideros.

Por tanto, en opinión de Oliveros el pago de la deuda externa no se vería impedido o en dudas.

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Al consultarle al economista de dónde se obtienen estos montos, tomando en cuenta la baja en el precio del barril de petróleo, señaló que si bien los pagos de deuda externa se obtienen de la renta petrolera, también resultan de la venta de activos, cuentas por cobrar como la de República Dominicana, operaciones financieras con oro, o en un caso hipotético, de las reservas internacionales, lo cual sería muy poco probable, ya que estos montos suelen pagarse con el flujo de caja.

No obstante, advirtió que la principal fuente de pago de la deuda externa son sus ingresos en dólares por venta de petróleo. Recordó que el 98% de las divisas venezolanas, se obtienen del petróleo y si este baja, se presenta un grave problema de caja como el actual.

Apuntó que por dicha razón Venezuela dejó de percibir aproximadamente $ 25 millones. Allí reside la razón del ajuste en las importaciones y las complicaciones del mercado cambiario.

Año electoral

“La gran complicación que tiene Venezuela, es que si declara default para  tratar de liberar recursos y con esos  hacer campaña electoral, generaría otro problema, ya que los bienes externos, serían susceptibles de ser embargados. Entre estos las exportaciones petroleras”.

Estas fueron las palabras de Oliveros, al consultarle si dicho endeudamiento pudiera tener algún  impacto particular en 2015, tomando en cuenta que es un año de elecciones parlamentarias.

Vale destacar que según información disponible en el portal Econometrica.com.ve, el default debe ser entendido como “el cese de pagos  y comprende una gran variedad de incumplimientos de las obligaciones contraídas. El grado de incumplimiento va desde el retraso en los pagos de algún instrumento de deuda, hasta la negativa de cancelar cualquier compromiso adquirido. Todo cese de pagos implica un incumplimiento, pero el grado de éste varía en gran medida”.

En opinión de Luis Oliveros es bastante probable que “el Gobierno haya pensado o ponderado la posibilidad de declarar default, para utilizar ese dinero en campaña electoral y el aumento de importaciones. El problema es que hacer esto en un país que depende tanto de la compra y venta externa, significaría que una gran cantidad de buques, activos y  petróleo, pudieran ser susceptibles a ser embargados”.  Los acreedores comenzarían a perseguir dichos activos como forma de pago.

Explicó que más que declarar default, Venezuela debería convenir con acreedores para estructurar un nuevo  cronograma de pago, tratar de hacer un canje de deuda, escenario que se le ha planteado al gobierno desde 2013, pero este se mantiene en “su terquedad”.

Sin embargo, Venezuela no debería tener problema alguno en el pago de su deuda, si efectivamente hiciera una correcta distribución de los recursos. “Si el Gobierno tuviera una política cambiaria que no fuera una locura como la actual, donde la demanda de divisas no debería ser la actual, y si se hicieran las cosas bien, seguramente tendrían los  recursos suficientes para hacer frente a todas sus obligaciones. Pero sabemos que el Gobierno está haciendo las cosas mal, no sólo con su deuda actual, sino también la comercial”.

Apuntó que  el Gobierno ha privilegiado pagar la deuda externa, por encima de los proveedores internos.

Problemas de pago a futuro

Sin embargo, Oliveros aseveró que probablemente se registren inconvenientes de pago en 2016, cuando los montos asciendan a $10.400  millones. Apuntó que para febrero del mismo año, a sólo tres meses del último pago del presente año, habría que pagar poco más de $2.000 millones.

“El 2016, ciertamente, luce un poco complicado, porque vemos que el precio del petróleo no se recupera y las reservas internacionales siguen muy abajo, por lo cual el Gobierno tendría que hacer un ajuste mucho más fuerte que el de este año”, comentó.

En tal sentido, recordó que en 2015 se ha vendido un conjunto de activos con los que ya no se contará para el venidero año, que luce más comprometido y complejo.

Vencimiento hasta 2038

Los pagos de bonos vence en 2038. Al consultarle si este monto es superior a las reservas venezolanas, apuntó que realizar esta cuenta sería un ejercicio “muy lamentable”, ya que  el endeudamiento es aún mayor.

Indicó, igualmente, que el servicio de deuda externa es superior a las reservas internacionales, que se encuentran en  un proceso de decrecimiento.

Es de destacar que el 99% de la deuda fue contraída durante el ejercicio presidencial del fallecidosHugo Chávez.

En este sentido, recordó que entre 2016 y 2017 se deben pagar más de $10.000 millones en cada año, monto comprometedor si se calcula que las reservar internacionales sean de  poco más de $25.000 millones de dólares. Señaló que a ello se debe agregar el pago de importaciones públicas y privadas, pago de Pdvsa para la importación de insumos para su producción y otros.

En tanto, Oliveros subrayó que Venezuela tiene un compromiso de deuda externa, que ante los precios del petróleo actual lucen bastantes fuertes.

Detalló que para 2016 se deben pagar $10.400 millones en pago de deuda externa y en 2017 $10.700 millones; solamente en esos dos años  son mayores a los que se tienen por reserva internacional, que  en mayo del presente año era de $ 18.211 millones, según datos disponibles del Banco Central de Venezuela (BCV).

¿Como afecta este endeudamiento?

Al consultarle el significado de un endeudamiento como este, apuntó que  esto representa disminución en las importaciones públicas y privadas, “apretar más el cinturón… un ajuste más o menos como el que estamos viendo, lo que también se traduce en más escasez”.

Señaló que en los próximos meses si bien puede no verse una disminución en el mercado, pueden mantenerse los niveles de escasez.

Más altos de la historia

En la actualidad sobre Venezuela sopesan 28 emisiones de bonos en los mercados internacionales, con vencimientos hasta el 2038, como ya se había mencionado anteriormente, 11 de los cuales corresponden a Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que suman $33.967 millones a valor nominal; los otros 17 fueron emitidos  por Venezuela como país soberano y juntos suman $33.594 millones.

En total, se trata  de $ 67.551 millones en deberes, según la Bolsa de Frankfurt, que  toma en cuenta  los pagos de las emisiones de Pdvsa, pero no los pagos de cupones e interés.

El 27% de este monto debe ser cancelado en los próximos cinco años, parte importante de ello en 2017.

Al consultarle  a Oliveros si esos bonos sumarían uno de los montos más altos a deber en la historia de Venezuela,  señaló que esto fue así por decisión del Gobierno y posterior al paro petrolero (2002), a fin de lanzar vencimientos de deuda para el presente año y así no tener pagos de deuda externa muy fuertes en 2005, 2006, 2007 y 2008.

Sobre si esto sería un endeudamiento estratégico, prefirió calificarlo de “irresponsable”, ya que el mismo sólo tuvo como fin mantener una paridad cambiaria o nivel del precio del dólar artificial, el cual se paga en la actualidad.

Buenos pagadores, con alto índice de riesgo

“Venezuela tiene un historial de pago envidiable con Chávez, quien pagó sus compromisos. Sin embargo, aún existen bonos de deuda  y el país ha tenido episodios de default en el pasado”, comentó Oliveros al consultarse si es cierto que Venezuela es buena pagadora, pero, a pesar de ello, es uno de los países de mayor riesgo en cuanto a inversiones y financiamiento se refiere.

Apuntó que la referida hipótesis es cierta, puesto que a pesar de que el actual Gobierno y su antecesor, han sido buenos pagadores, el riesgo país más alto de todos los mercados emergentes a nivel mundial es el de Venezuela, incluso superior al de Ucrania, casi en una guerra civil con Rusia;  y Argentina, que  no hace mucho estuvo declarada en default; incluso superior al de Grecia, nación que se halla en default.

La actual incertidumbre surge porque existe un fuerte  compromiso de deuda y los ingresos siguen cayendo, por lo cual las personas se preguntan si realmente Venezuela seguirá pagando.

“El mercado ve a Venezuela como un seguro default  para el próximo año”, comentó el economista, quien destacó que si bien el país es buen pagador, sigue siendo el de más alto riesgo… El mercado  le da una probabilidad de casi el 95% a Venezuela para que entre en default los próximos cinco años, y la probabilidad en el 2016 es de más del 50%.

Vale acotar que según el libro  This Time is Different de Reinhart y Rogoff, el récord de pago del país no es intachable, puesto que ha cesado pagos en su deuda soberana en divisas en diez ocasiones desde su independencia  (1826,1848, 1860, 1865, 1892, 1898, 1902, 1983, 1990 y 1995) y en al menos otras tres ocasiones en su deuda pública en moneda local.

A esto se agrega que según el Standard & Poor´s, en 2004 se registró un default selectivo por incumplimiento en deuda de divisas en octubre de ese año. Los pagos fueron hechos en febrero de 2005.

 

 

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