Tintori en Quíbor: “No más injusticia, no más persecución”

-

- Publicidad -

Llegó para asistir a la procesión número 160 de la Divina Pastora, este jueves, y dijo que hará el peregrinar como una devota más, confundida en la muchedumbre, henchida de fe en la patrona espiritual de los larenses, que, dijo, es también su guía, el remanso de su fe.

Lilian Tintori, esposa del coordinador de Voluntad Popular, Leopoldo López, llegó ayer en compañía de la madre del preso político, señora María Antonieta Mendoza de López, y enseguida su agenda se llenó de compromisos que forman parte de su inquebrantable lucha en defensa de los derechos humanos.

- Publicidad -

Asistió a un conversatorio, a casa llena, en la hostería Valle de Quíbor, en la capital del municipio Jiménez, y anoche participó en una vibrante asamblea de ciudadanos en la plaza Juan Guillermo Iribarren, de Barquisimeto, donde, conforme a la convocatoria divulgada, hablarían “las víctimas de la represión”.

En Quíbor, Tintori transmitió un mensaje de esperanza en que sí es posible “vencer las barreras del oscurantismo, de la mentira, del abuso hecho poder”.

Habló de los trámites que se cumplen, a los fines de fundamentar un proyecto de Ley de Amnistía que habrá de materializarse en breve y favorezca a todos quienes en estos 17 años han sufrido todo tipo de discriminación, de abuso o privación de sus derechos, en razón a su forma de pensar.

- Publicidad -

“Pedimos amnistía ya, libertad ya, para todos los presos políticos”, exclamó, ante un público que coreaba el nombre de Leopoldo. “No más injusticia, no más persecución. Venezuela es un país hermoso, pujante, que a todos nos pertenece por igual. Exijamos, con irreverencia, eso que no es una largueza del poder sino el derecho que adquirimos al nacer en esta tierra”, dijo.

Habló de los momentos difíciles que les ha tocado vivir a ella, a sus hijos, y a la madre de Leopoldo López, por abrazar “una causa justa, que no admite postergaciones ni evasivas de ninguna naturaleza”.

Indicó que la misma adversidad, con distintos ropajes e intensidades, es sufrida por cientos de miles de mujeres venezolanas, a causa de la inseguridad, la migración de talentos hacia otras latitudes, la inflación, la violencia.

“La mujer decidió emprender esta lucha con valentía, con honestidad, con una pasión inquebrantable de libertad, de justicia”.

Y puso un acento optimista, esperanzador, en sus palabras. “Fuerza y fe, hermanos, como dice Leopoldo. Esto va a pasar. Llenémonos de valor. Venezuela necesita nuestra mano amiga, nuestro brazo dispuesto a mantener en alto nuestros ideales. Las cosas en el país van a cambiar. Es más, ya están cambiando. La verdad se abre paso y la mentira se siente acorralada en su traición, en su ceguera, en su maldad”.

“Hasta que llueva…”

Desde su sencilla entereza, sostiene un timbre de voz sereno, firme, justo hasta que al recordar la ausencia de su esposo, otro de los tantos sometidos al exilio por el poder, se le quiebra la voz.

Y ofrece disculpas por eso. Se siente obligada a no ceder un ápice de entereza. “La historia no nos perdonaría que fallemos en esta hora crucial”.

Narra las conversaciones con el hijo privado de libertad, de cómo en la intimidad familiar ha desentrañado sus sueños, la esencia de sus luchas.

“Fundar un partido llevó a Leopoldo a recorrer el país, a vivirlo, a ahondar en sus vivencias, tradiciones y denuedos. Su padre lo alertó en ese sentido, y así hemos visto que ha discurrido la historia”.

La narración cuando baña de referencias a su hijo, asume una textura tierna, pero a la vez recia. “Leopoldo ha asumido un compromiso muy grande. Su causa está sembrada en el corazón y en la conciencia de millones”.

Agradeció el afecto de los larenses y también ella ofrendó una íntima esperanza en que el país “recobrará su espíritu de progreso, de afanes, de solidaridad. Esta es tierra promisoria, esta es tierra llamada a un destino superior. Leopoldo me dijo un día y quiero dejarles este mensaje. La lucha que tenemos por delante, me dijo él, es como el baile de los indios. Ellos bailan y no dejan de bailar hasta que llueva. Nuestra lucha no debe parar hasta que llueva libertad, paz y reconciliación”.

 

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -