El padre del delantero brasileño Neymar desvinculó este martes ante el juez a su hijo de los contratos de traspaso al Barcelona, que investiga la justicia española por supuestas irregularidades, informaron fuentes presentes en el interrogatorio.
Neymar da Silva Santos explicó al juez José de la Mata los contratos y exculpó a su hijo durante una declaración, que, tras dos horas, continúa en la Audiencia Nacional (principal instancia penal española).
Antes que Neymar padre, compareció su hijo, sin que haya trascendido lo que declaró en cerca de hora y media ante el magistrado.
El astro brasileño abandonó el juzgado pasadas las 18h30 (17h30 GMT) escudado en unas gafas de sol sin hacer declaraciones a los medios, constató la AFP.
Vestido con pantalón vaquero, camisa blanca y chaqueta negra, sólo se permitió hacerse algunos selfies y firmar autográfos a jóvenes aficionados, antes de meterse en una furgoneta que lo trasladó al aeropuerto.
Padre e hijo habían llegado una hora y media antes para comparecer como investigados en un supuesto caso de «estafa» y «corrupción entre particulares» por el traspaso del delantero al Barcelona en 2013, tras una demanda interpuesta por el fondo de inversión Brasileño DIS, que poseía un 40% de los derechos deportivos del jugador.
En un primer momento, el Barcelona cifró oficialmente el traspaso de Neymar en 57,1 millones de euros (40 millones para la familia de Neymar y 17,1 para el Santos brasileño), pero la justicia española calcula que fue de al menos 83,3 millones de euros.
Doblemente perjudicado
DIS, que recibió 6,8 millones de euros de los 17,1 pagados al Santos, se considera doblemente perjudicado.
Primero, por un acuerdo entre Neymar y el Barça por 40 millones de euros para asegurarse el fichaje del jugador, que según DIS impidió a otros clubes pujar por el delantero, vulnerando el libre mercado y pudiendo constituir un «delito de corrupción entre particulares».
Por otro lado, considera que algunos contratos anexos sirvieron para ocultar el monto real pagado al Santos y, por lo tanto, la parte que le correspondía, lo que supondría un delito de «estafa por simulación contractual».
El lunes, comparecieron ante el juez también como investigados el presidente azulgrana, Josep Maria Bartomeu, y su predecesor, Sandro Rosell, que se ratificaron en lo que ya habían declarado en el marco de otra investigación relacionada con el fichaje del astro brasileño y por la que ambos serán juzgados por delito fiscal en una fecha todavía por decidir.
Ambos se mantuvieron en que «el Barcelona había actuado absolutamente de manera correcta en este caso y como lo hace siempre», según un portavoz del club azulgrana.
También compareció el lunes la representante del Santos, otra parte investigada en este caso, que afirmó que el club se sintió engañado por el jugador y su padre.