Definitivamente el gobierno no está interesado en el diálogo. Se salta a la torera la norma Constitucional para colocar al TSJ como órgano supremo de la República y justificar la intervención y toma de la Polar, mediante la aplicación de la llamada Emergencia Económica. Resulta absolutamente obvio que nos estamos quedando sin inventarios alimentarios y el gobierno pretende confiscar las mercancías de la Polar para repartirla en los barrios y en los cuarteles y así evitar la eyección por sobresaltos sociales que lucen inevitables. El cuento más que rayado de la guerra económica se torna agotador y risible, frente a la torpeza e ineptitud gubernamental para el manejo de una crisis, generada por ellos, que ahora se transforma en una larga y penosa agonía que el país entero padece. Porque vamos a estar claros en algo, mis estimados lectores, nadie está exento de las consecuencias de esto. Solo la jerarquía roja que se monta en los aviones de los venezolanos, con los dólares de los venezolanos, para darse la gran vida y hacer mercado en otros países…
Pareciera como parte de la purga colectiva que se paga cuando se actúa mal en la vida y la vida te cobra. Las penurias que estamos viviendo para comer, para comprar medicinas, sin luz en las calles, acechados por el hampa asesina, para trabajar y hasta para vivir, da cuenta de lo que tuvimos y no supimos apreciar como país y como sociedad. Fuimos engañados por el festín revolucionario que confiscó todo y repartió nuestra riqueza por todo el mundo, olvidando por completo la consolidación del país con estructuras de producción sólidas y permanentes, además de edificar la sociedad sobre redes de servicios públicos primarios de alto desempeño, capaz de absorber las crecientes demandas derivadas del incremento poblacional. En 17 años, no se hizo nada de lo que debía hacerse. Se sometió al país a una aberrante confrontación de clases, estimulada por el verbo encendido del resentimiento y el revanchismo de las élites rojas, como excusa para saquear las arcas nacionales y dejar heridas profundas en las entrañas de la democracia…
Ya lo decía Eduardo Fernández en el programa de Tony Bujana el viernes pasado: “Esto no puede esperar más, hay que actuar ya. Mañana es tarde. Unos meses es demasiado tiempo”. En ese sentido, debe haber un poco de sensatez en algún recoveco del gobierno por donde se pueda actuar en función de acabar con esta larga agonía colectiva. Nuestros diputados a la Asamblea Nacional deben acelerar los procesos que permitan una salida, lo más pronto posible. Pareciera que el gobierno quiere el reventón social como excusa para irse con el botín y evadir la ley. Se olvidan que la justicia divina es larga… muy larga.
Mis comentarios:
.- La situación de la Avenida Uruguay y su entorno informal, es dramática. Se quiere hacer un festín partidista, de un grave problema de la ciudad…
.- La inestabilidad del talud sur de Barquisimeto es una patología identificada y diagnosticada desde hace muchos años.
.- Se construyó en zonas de alto riesgo, por negligencia gubernamental y hasta estímulo político partidista desde hace 20, 30 y hasta 40 años…
.- Es hora de enseriar el debate y no manipular con el dolor de las personas que por desconocimiento y falta de asesoría construyeron en esas zonas.
…Cada vez que me asaltan los malignos para devorar mi carne, son ellos, mis adversarios y enemigos, quienes vacilan y caen…(Proverbios 27: 2).
