Los hermanos Juan Guillermo (30) y José Antonio Rodríguez Suárez (32), eran agricultores dedicados a la siembra de piña y cría de pollos, gallinas y cochinos, como su principal fuente de ingresos, en el caserío Santa Cruz. El sábado en la noche se pusieron de acuerdo para distraer su fin de semana y escogieron como destino la conocida gallera de Marcial.
El lugar está al final de una parcela cercada con alambre de púas, donde también venden bebidas alcohólicas y la mayoría de las personas que acuden son conocidas por los residentes de la zona.
Después de varias horas de disfrute los hermanos deciden retirarse del lugar, quizás con destino a sus viviendas, sin imaginar lo que les pasaría al cruzar la puerta de salida.
Eras las 2:30 de la mañana aproximadamente, cuando se escucharon varias detonaciones y el ruido de un carro en marcha; según relataron algunos vecinos. Eso hace pensar a los funcionarios policiales que sujetos a bordo de un vehículo estaban esperando que los hermanos Rodríguez salieran para quitarles la vida. Sin embargo, se desconoce si se trató por alguna discusión dentro del sitio nocturno.
Con el amanecer del domingo la noticia llegó al resto de la familia, quienes viven en Santa Cruz y de inmediato se trasladaron hasta Las Veras para confirmar que se trataba de “Guille”, como le decían de cariño a Juan Guillermo, junto a su hermano José Antonio.
¡Ay Dios mío no puede ser! Gritó una de las mujeres de la familia que lloraba desconsoladamente después de ver los cuerpos baleados en la carretera de tierra. Mientras que vecinos y curiosos detallaban las heridas que fueron causadas a la altura de la cabeza de ambos jóvenes.
Algunas personas no dudaron en expresar que antes de las detonaciones se escucharon voces, pero dichas versiones no fueron confirmadas.
Al lugar llegaron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalística para hacer el levantamiento de los cuerpos y los procedimientos correspondientes en torno al caso.
