El pasado 14 de junio, el presidente de la República, Nicolás Maduro anunció que el próximo 1 de julio iniciará el Plan Cambalache, que se propone cambiar aires acondicionados de alto consumo por otros de menor consumo, como parte de las medidas de ahorro energético.
Al respecto, Eduardo Páez Pumar, ingeniero y miembro de la Comisión Eléctrica Nacional en Caracas, expresó que incorporar unidades más eficientes favorecería el sistema. Sin embargo, es precisó evitar errores como los cometidos con el cambalache de bombillos, cuando las unidades desincorporadas pasaron a otras manos y se mantuvieron en uso, lo que no representó una reducción del consumo energético, sino que hizo de la medida un proceso ineficiente.
Por su parte, Antonio Patiño, también miembro de la comisión en Lara, expuso que se trata de una medida que en la teoría es efectiva. No obstante, deben llevarla a cabo con ciertas especificidades.
-Falta ver que esos equipos lleguen a los usuarios y que no ocurra como en muchos casos, en los que se acapararon estos por parte de quienes administraban o controlaban las entregas.
En opinión de Patiño, que “el Gobierno aplique esta tecnología no es garantía de que dé buenos resultados”.
Al consultarles cuánto representaría en promedio el consumo energético de aires acondicionados en hogares venezolanos, expuso que desde 2010 no se conocen estadísticas al respecto, ya que los sectores que se dedicaban a recopilar estos datos no tienen acceso a los mismos.
Complemento de la medida
Patiño explicó que la medida deberá ser acompañada de otras conexas, como la reeducación del usuario.
“No se trata sólo de que reciba el aire acondicionado, sino de que conozca las causas y consecuencias de esa medida, el porqué se hace”.
Precisó que en esta fase también se le podría orientar sobre el uso de bombillos y otros artefactos eléctricos en el hogar, a fin de promover un verdadero uso racional de la energía.
Páez Pumar, igualmente, explicó que se debe regularizar el costo de los servicios públicos, ya que en el presente no cubren los costos de operación.
Indicó que las tarifas eléctricas se encuentran congeladas desde hace 17 años y esto genera un uso desmedido del recurso. “Cuando las cosas no cuestan, se gasta más”, expresó.
Agregó que en el sector industrial se requiere mejorar el factor de potencia. No obstante, para que ello ocurra y exista la inversión requerida, es necesario que la misma se amortice en el tiempo.
Con las actuales tarifas, expresó, “nadie invierte en mejorar el factor de potencia”, porque no se amortiza la inversión.
Levantamiento de medidas
Sobre el levantamiento del plan de distribución de cargas y el retorno de los trabajadores públicos a su jornada habitual, Patiño indicó que esto no representa que la crisis haya sido superada.
“Si aún no se ha hecho nada, no podemos esperar un resultado favorable”, expresó Patiño, quien señaló que aunque las lluvias se registran de manera intermitente, aún el embalse El Guri no recibe la cantidad de agua necesaria, a propósito de afirmar que la crisis ha sido superada.
-Hasta que el Gobierno no recupere el parque termoeléctrico, no podemos seguir exigiéndole al recurso hidroeléctrico la cantidad de energía que necesitamos.
Detalló que El Guri recibe aproximadamente 6.000 metros cúbicos de agua por segundo de caudal. Sin embargo, el consumo es estimado a la mitad de esta cifra, lo cual quiere decir que el aprovechamiento para el incremento de la cota es de sólo 3.000 metros cúbicos por segundo.
Recordó que El Guri registra una generación mermada, por lo cual no se podrían “acabar los apagones al llegar a la cota 248”, como lo han mencionado representantes del ejecutivo, ya que esto significaría que se enciendan todas las máquinas de la sala número dos, lo que a su vez simbolizaría un consumo acelerado del recurso hídrico, exigiéndoles más de 5.000 metros cúbicos de agua por segundo al embalse, llevándolo de nuevo a condiciones críticas.
