Conocer a alguien requiere dedicación y fuerza de voluntad. La comprensión de las personas que están a nuestro alrededor es una actitud necesaria para crearnos un entorno agradable. Se dan diversos grados de conocimiento de las personas y cuanto más las conozcamos, fácilmente las comprendemos y seremos capaces de ser empáticos.
Hay quienes se comunican al instante con una simple mirada o un gesto, sin pronunciar ni una palabra, ya sea de una relación amistosa, amorosa o de otro tipo. Sin embargo, recordemos que a pesar de conocer a nuestro interlocutor, presuponer una actitud o una respuesta no favorece la comunicación.
Ser empático ayuda que seamos capaces de comunicarnos con las personas que nos rodean con más facilidad y se sientan a gusto cuando hablen con nosotros. Tiene mucho que ver la capacidad de ser agradable o carismático.
Muchas veces no podemos evitar caer en discusiones, banales o no. En estos casos, poner en práctica la empatía nos ayudará a dominar mejor la situación. Ser comprensivos y tolerantes evitará que las discusiones lleguen a ser trágicas e ineficaces. Recordemos que el objetivo de toda discusión es llegar a un acuerdo, por tal motivo, debemos poner en marcha todas las actitudes positivas para que sea así.
Recordemos ceder en las conversaciones, otras veces cederán los demás en nuestro favor, es importante decir «lo siento», para resolver un problema nuestro primer paso será serenarnos, en una discusión centrémonos en el problema sin irnos por las ramas.
Estas son recomendaciones que nos ayudarán a mantener nuestra cordialidad en la conversación. No nos dejemos llevar por una situación de tensión generando discusiones que no llevan absolutamente a nada bueno. Disfrutemos de conversaciones sanas, amables, alegres, felices, que dejan un enriquecimiento a los interlocutores y ayuda a mantener una hermosa relación que a lo largo de la vida va dejando frutos de bienestar.