Para el conocido abogado penalista, coordinador del Foro Penal Venezolano en Lara, designado por la Asamblea Nacional magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, actualmente perseguido por el Sebin, pese a no haber cometido delito alguno, los 33 escogidos, como él, sabían los riesgos que corrían al aceptar esas responsabilidades.
Pedro José Troconis Da Silva logró salir del país y así impedir ser detenido, como ocurrió con sus colegas, Iván Zerpa, Jesús Rojas y Zuleima González.
El jurista logró llegar a Colombia donde concedió una entrevista al diario El Tiempo, de la cual transcribimos algunos de sus párrafos.
Como el hay otros cuatro en condición de turistas, no como refugiados ni como asilados, como ha ocurrido a otros. Cuando le preguntan si estaban conscientes de lo que podría ocurrir al presentarse como aspirantes al TSJ, su respuesta es tajante y concreta.
“La gran mayoría de los magistrados sabíamos de los riesgos, pero coincidimos en que si no asumíamos ese peligro, Venezuela nunca tendría una justicia transparente, idónea o expedita”.
Dice que luego de la juramentación fue total el asedio del Sebin, violentando la casa familiar y de amigos a altas horas de la noche, con armas y pasa montañas, requisando. Los han llevado a interrogatorios. “Todo esto es duro, y más cuando no has cometido delito alguno. Me tienen bloqueadas las cuentas, sin una orden judicial”.
Troconis Da Silva no se arrepiente de la decisión tomada.
“Nunca me arrepentiré de nada, primero que todo, porque no he hecho nada malo. Todo lo hice por mi país, que merece una justicia y un poder judicial transparente, independientes”, puntualiza.
Aclara que contra ellos no hay ninguna orden judicial de captura.
“Cuando detienen al magistrado Ángel Zerpa lo hacen sin una orden; después la fabrican. Lo que había hecho la Sala Constitucional del TSJ era que si nosotros tomábamos posesión en el cargo, lo cual no lo hemos hecho, íbamos a incurrir en el delito de usurpación de funciones, antes nada”.
Dice que para el entorno familiar ha sido duro lo que están pasando, aunque, como creyente, da gracias a Dios por el apoyo que le están dando, y tiene fe, aunque pueda extenderse el tiempo de estar de nuevo con ellos.
“Siempre está esa zozobra, esa incertidumbre del tiempo que pueda transcurrir”.
Sobre el apoyo que pudieran estar recibiendo de la MUD, dice que, en la Venezuela actual, cada quien tiene un trabajo que hacer y la MUD es la parte política de Venezuela y como tal les han respaldado en algún momento.
Mientras permanezca en Colombia se reunirá con ONG protectoras de los derechos humanos y luego irá a los Estados Unidos donde espera hacerlo con el secretario general de la OEA, Luis Almagro y el senador Marcos Rubio.
Pese a todo, es optimista.
“El pueblo de Venezuela ha demostrado que históricamente es luchador. Ha demostrado que ante situaciones adversas se crece. Y en este momento el pueblo ha despertado, porque más del 80% no apoya las directrices de Nicolás Maduro. Las protestas son una muestra de eso. El Pueblo se ha rebelado, y el Gobierno no lo escucha. Pero, claro que sí, hay esperanzas”.
Y con respecto a la MUD, está de acuerdo con lo opinado por Antonio Ledezma en el sentido de no buscar salidas en la magia sino escuchando al pueblo, negociadas no.
“Yo creo que los que rigen la MUD deben tomar sus estrategias recordando siempre lo que pide el pueblo”.
