Las autoridades de Colombia hallaron una fosa común en zona fronteriza con Venezuela donde operan bandas de narcotraficantes y contrabandistas, informó este martes la policía.
«Efectivamente se encontró la fosa, por las coordenadas es en territorio de Venezuela», dijo a periodistas el coronel Javier Barrera, comandante de la policía en la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta.
La fosa fue hallada el lunes cerca del río Táchira, en el sector conocido como Barinitas, en un patrullaje de la policía colombiana que la detectó por el bajo cauce del afluente, explicó en diálogo con la AFP.
«Se van a iniciar las verificaciones» para establecer cuántos cuerpos hay, agregó Barrera, sin dar detalles sobre cuál país estará a cargo de estas labores.
El oficial indicó que en la zona el domingo las autoridades colombianas habían encontrado un cuerpo «desmembrado» sin identificar. «Es una situación compleja, delicada», explicó.
Las comunidades y distintas ONG han denunciado balaceras, desapariciones y asesinatos de «maleteros», como se les conoce a las personas que transportan mercancía de contrabando, en el sector.
El comandante sostuvo que junto a la cancillería están «abriendo los canales de comunicación y realizando todos los acercamientos posibles» con sus pares venezolanos para fortalecer la seguridad en el lugar.
«De nada sirve tener aquí (en Colombia) el control fuerte, férreo, del paso de las trochas y del otro lado están algunos grupos delincuenciales realizando disparos, cobrando extorsiones», explicó a periodistas.
Según Barrera, estas organizaciones criminales fuertemente armadas mantienen el control de las «rentas ilegales» en estas trochas que conectan a ambos países.
Colombia y Venezuela comparten 2.200 kilómetros de una porosa frontera a lo largo de la cual operan contrabandistas, bandas criminales y grupos armados.
En los últimos meses la relación bilateral, aunque históricamente ha sido estrecha pero tensa, se ha deteriorado luego de que el gobierno de Juan Manuel Santos desconociera la Asamblea Constituyente que impulsó su par venezolano Nicolás Maduro y que rige en el vecino país como un poder absoluto.
El paso limítrofe entre ambas naciones estuvo cerrado por orden de Maduro durante un año, hasta agosto de 2016, cuando se habilitó el tránsito peatonal.
