Por medio de diques y esclusas los holandeses procuraron contener la invasión de las aguas exteriores del mar y de los ríos. Hacía falta desecar las aguas interiores de las lagunas estancadas a causa de las lluvias, del desbordamiento de los ríos y de las excavaciones que se habían hecho para extraer la hierba. Asi se fueron contruyendo los pólderes, es decir las tierras cercadas de los diques. Después el sistema se fue perfeccionando gracias a los progresos de la agricultura y de la industria. Lo primero que se empezó a aprovechar fue el viento (que tiene una fuerza increible) esta la manera natural y muy beneficiosa para desecar las tierras y por medio de molinos aéreos se secaba el agua de los pantanos. Luego vino la construcción de diques más fuertes y sólidos, también fosos para dar salida y dirigir las aguas.
La voluntad del holandés en pro de su tierra todo lo fue adaptando y modernizando hasta lograr gozar hoy de todo lo que ha sido su esfuerzo a lo largo del tiempo y de la historia. Holanda tiene llanuras, malezas, tuberías, pantanos, cuenta con excelentes pastos, fauna y bellezas sin par. La parte meridional es la más fértil y la mejor cultivada de todo el Reino. Produce centeno, cebada, guisantes nabos etc.
En este país dominan los vientos del Oeste y soplan también con violencia los del Norte y Noreste que despejan y purifican la atmósfera. Cuando aparecen las nieves en el invierno, escarchan el canal del Norte durante tres meses.
El ganado vacuno pertenece a dos razas: la holandesa y la frisona, famosas por la excelente calidad de su leche, de la misma manera a la buena calidad de sus quesos, una de sus primeras fuentes de riqueza.
Casi todos los habitantes son de raza germánica, los holandeses, propiamente dicho o antiguos bátavos de familia sajona y los frisones de origen escandinavo. Estos últimos predominan en la Frisia y Groninga, los holandeses pueblan el resto del país. Con permanecer un rato en su territorio, uno se da cuenta que ellos son muy afectos a las costumbres tradicionales; los campesinos y sobre todo las mujeres se visten y se adornan casi como sus antepasados de la Edad Media.
La lengua holandesa se deriva del sajón, es conocida también con el nombre de neerlandesa que sirve para designar la rama de las lenguas teutónicas a que pertenece también el flamenco. El holandés y el flamenco son los dos principales dialectos neerlandeses. Ambos han tomado tal desarrollo que cada uno por su parte ha llegado a formar una literatura propia que los eleva al rango de las lenguas cultivadas.
Irónicamente siendo Holanda uno de los países con menos sol, territorio más pequeño y mano de obra más cara del mundo, exporta casi el 60% de la producción de sus flores. Allí se producen tulipanes, narcisos, jacintos etc. sembrados desde la Haya hasta Ámsterdam. Debido a la fascinante producción de flores es entre los meses de Abril, Mayo y Junio que muestra kilómetros y kilómetros de tierra alfombrada de hermosísimos colores. Esta época contribuye enormemente al auge de la economía. Existen rutas de flores entre Haarlem y Leiden, alrededor de Den Helder, Anna Paulowna y Breezand.
Todo el país ejerce sobre los forasteros una fascinación increíble y ¿quién no siente fascinación ante un país hermoso, espléndido, rico y liberal? Aunque la nieve no cae aún sobre las praderas está lejos primavera, estamos en la estación de otoño que llega con el paso lento y el cielo fresco. En Holanda hay trabajo, hay orden, hay paz, hay seguridad a plenitud, leyes que protegen a todos sin distingo, normas de respeto que se cumplen y libertades sin coacción. Me atrevo a pensar que aquí a pesar de los extremos estacionales, al ánimo y alegría de los holandeses ni el invierno congela ni quema el verano.
La filosofía del viajero consiste en tener la capacidad de ver cosas más allá de los ojos. Hay una gran diferencia entre ver las cosas y no ver nada. Continúa próxima semana.
