El régimen de Nicolás Maduro ha encontrado en la medida del bloqueo contra bienes del Estado venezolano una excusa para detener las conversaciones que se llevaban a efecto en Barbados y, por supuesto, ganar tiempo.
Así lo sostiene el politólogo, especializado en materia internacional, Santiago Andrés Rodríguez, consultado por elimpulso.com
El régimen ha venido haciendo ver que está interesado en encontrar salidas a la crisis; pero, como ya lo señaló el diplomático John Bolton, las conversaciones iniciadas en Oslo y continuadas en el Caribe lo único que han servido es para que Maduro gane tiempo.
Ante la reacción del régimen, ahora se le presenta una preciosa oportunidad a la oposición liderada por Juan Guaidó: establecer una coalición interamericana para que se pueda lograr el restablecimiento de la paz y la democracia en Venezuela.
Como ya fue hecha la solicitud de retornar al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), cuestión que se había apagado por lo de Barbados, le ha llegado la hora a los diputados de la Asamblea Nacional para que redacten y aprueben la petición que justifique jurídicamente la conformación de una fuerza de varios países para que se pueda poner fin a este régimen.
Para ello, Guaidó con el apoyo de la Asamblea Nacional debe pedir, en base al artículo 6 del TIAR, una reunión inmediata del Consejo Permanente de la OEA, a fin de tratar el asunto y, por supuesto, lograr esa coalición.
Más allá del hecho desafortunado de que se haya paralizado el diálogo, la iniciativa a la solución de la crisis ha quedado en manos de la Asamblea Nacional, que es el único poder legítimo que tenemos en estos momentos.
“El régimen no ha creído, ni le ha gustado, ni aceptaría nada del diálogo. Y lo que ha hecho es una jugada para seguir ganando tiempo, pero el parlamento ahora sí tiene justificación para actuar con pleno derecho para poner fin a esta situación, que mantiene en zozobra a la población venezolana por una crisis que parece no tener fin”.