Un panorama poco usual y quizás jamás pensado por la feligresía larense es el que se vive en la víspera del 14 de enero, día en que desde hace 165 ininterrumpidos años se acostumbraba que la imagen de la Divina Pastora visitara la ciudad de Barquisimeto.
Este 13 de enero las calles de Santa Rosa y los alrededores del templo estuvieron casi solos, las puertas de la iglesia, cerradas, pero la fe se podría sentir al pisar el primer adoquín del pueblo.
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Aunque la presencia de efectivos militares distingue la fachada de la iglesia este año, las plegarias siguen abundando en los hogares barquisimetanos.
Este 2021 la peregrinación 165 de la Divina Pastora, patrona sentimental de los larenses, será de forma virtual en atención a las restricciones por la pandemia de la COVID-19, pero en el solitario pueblo se manifiesta la devoción propia de cada enero.
Los larenses continúan esperando a la Divina Pastora y la acompañan desde la oración.
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