Verte, conocerte y vivir en ti: el sueño de muchos. Tus aires son tan particulares; tú te sientes en París. Vivir y sentirte es lo mejor que me ha pasado. Me hace falta; todo lo que hay en ti, lo necesito; pero como te conozco prefiero por los momentos escribirte; soñar en ti, pasearme por mis recuerdos que tú me brindaste. No es nostalgia por ti; simplemente: amor. No, me perteneces; eres de todos, eres universal.
Tus buhardillas las conozco muy bien. Grandes escritores han vivido o padecido el lado amargo, difícil y complicado que hay dentro de ti. Emilie Zola te conocía muy bien y lo demuestra en “ El vientre de París”, sobre el gran mercado des Halles o Victor Hugo cuando escribió «Notre Dame» o «Los miserables,» pero también Boris Vian con este interesante texto sobre Saint Germain des – Prés, Jean Couteau con “París”; te escribieron, te han escrito, te escriben y te escribirán.. Creaste una atmósfera con todas las dificultades para que Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y muchos latinoamericanos escribieran sus libros. Ernest Hemingway nos muestra un París festivo, de mujeres, vino y pobreza, en “París es una fiesta”, Woody Allen en el film “Medianoche en París” nos lleva a tiempos diferentes, o “Un Americano en París” nos muestra el ambiente de Montparnasse.
Cuántos artistas trabajaron en Montmartre; Picasso realizó “Las señoritas de Aviñón”, Henri Toulouse Lautrec creó cuadros de gran belleza y afiches del Moulin Rouge y de gran importancia en el arte; los pintores malditos con sus dramas dentro de la miseria y si nos vamos a Montparnasse, es los escritores y pintores que crean cada vez con más creatividad y todo se convierte en vanguardia. Los Impresionistas, con sus colores de luz, el cubismo con sus formas hasta el cinetismo con sus movimientos y colores, todo es arte… en arquitectura con su estilo haussmaniano. Es, también, la llamada: Escuela de París.
Pero también, mi bello París, década de los 50; eres Saint Germain des Prés para crear una manera de existir, una manera de ser Existencialista. Sartre, Simone de Beauvoir, Camus, Cioran y otros, nos condujeron al mundo de la filosofía. Se formaron existencialistas pobres y ricos cada uno tenía su espacio, sus cafés. Eres también, el cine la Nueva Vague francesa, Fracois Trouffaut, Alain Resnais, Jacques Tati y muchos otros. El Charango. El cuatro, el arpa y la guitarra tuvieron sus espacios en un París de la década de los 50. Se dieron en ti diferentes tendencias del arte producido por artistas de diferentes partes del mundo. Tú eres para todos y todos tienen derecho de expresarse y de existir. Los cantantes, poetas y compositores le dedicaron las más bellas poesías y canciones.
Así eres tú, tan especial, tan original, a cada uno les brinda lo que andan buscando. Hoy, es el Marais, barrio medieval, barrio que ha pasado a través del tiempo, de aristocrático, barrio de artistas, algo en el abandono, para renacer de nuevo con tiendas, galerías, museos y centro culturales. Hoy, pasearse, por sus callejuelas medievales; es un rincón de pueblo con pretensiones de entrar en la modernidad a través del arte y la moda.
Hoy, te escribo para decirte que haber pasado años en tu seno me permitió vivir para conocerte. Hoy, en la distancia te dijo: Eres especial. En París, bien vale, irse a pasar una temporada, casi parafraseando a Henri IV, cuando dijo: “París, bien vale una misa”, cuando se convirtió al catolicismo; él era protestante.
Con toda mi amistad a la ciudad de París.
Esteban Castillo