Cuando el movimiento Defensa de la Constitución y la Democracia (Decode) realizó, en el auditorio del Colegio Médico del estado Lara, el homenaje a las “cuatro mujeres larenses que han hecho historia,” el doctor Marco Tulio Mendoza, se refirió a María Lourdes Ríos Carmona (viuda) de Chiossone, desde niña llamada Yuyita, como una persona que todos los días tiene diferentes actividades que realizar en forma espontánea, a cambio de nada y con mucha dedicación.
Profesora de piano y de ballet clásico en Caracas y Barquisimeto, ha sido también Coordinadora de Cultura en Lara, Directora de Educación, Secretaría General de Gobierno en esta entidad federal, Secretaría del Poder Legislativo regional Secretaria del Ateneo, integrante de las Damas de San Vicente de Paul, integrante del Consejo Nacional de Danza y promotora cultural. Integra actualmente el Consejo Consultivo de Barquisimeto, es directiva de Amigos del Casco Urbano de Barquisimeto y presidenta del Banco de Sillas de Ruedas (Bandesir) en Barquisimeto desde hace más de cuarenta años.
El licenciado Jorge Euclides Ramírez, coordinador de Decode, la define como ejemplo viviente de trabajar afanosa, silenciosa y voluntariamente por la ciudad y la gente, apreciación que también comparte el doctor Mendoza, exdirector de Cultura de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado y docente universitario.
Aprovecho la oportunidad que me da este importante medio de comunicación para agradecer infinitamente el homenaje que Decode nos ha hecho a cuatro mujeres, dice al ser entrevistada por El Impulso. En mi caso particular, primero, porque yo soy caraqueña y me hayan asumido como barquisimetana, aunque yo resido y trabajo aquí desde hace más de sesenta años; y segundo, me alegra profundamente que la sociedad larense le haga atenciones y demostraciones de cariño en vida, porque después de la muerte los homenajeados no pueden darse cuenta de los reconocimientos. Pero, yo digo que nada de particular tiene lo que yo haya hecho por la ciudad, porque lo he hecho es lo que se presenta en el momento con espíritu de servicio.
Así como usted, que sin haber nacido en Barquisimeto se preocuparon por el bienestar de la ciudad personas como el recordado monseñor Críspulo Benítez Fontúrvel, quien siempre estuvo al lado de Raúl Azparren y fueron ellos con otros quienes hicieron posible la creación de la Universidad, el Politécnico y el Pedagógico, entre otras obras.
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A Críspulo hay que agradecerle su amor por Barquisimeto porque él era un margariteño, Don Raúl sí era un barquisimetano cien por ciento que pensó en el engrandecimiento. Y ahora qué nos referimos a ellos también tenemos que recordar a Casta J. Riera, quien era de Churuguara, pero se preocupó por la educación de las jóvenes y de la cultura al punto de ser visionaria de la proyección que en la literatura tendría el entonces jóven Rafael Cadenas, Premio Cervantes, a quien le publicó su primer poemario porque ella también fue editora.
¿Cuándo se viene a Barquisimeto?
Al casarme con Pablo, dice al referirse al doctor Chiossone, quien se desempeñó como juez y profesor universitario en 1962: En aquel entonces Barquisimeto era una ciudad con 82 barrios y, por supuesto, muy pequeña; pero, como siempre, con gente muy amable, cordial y trabajadora.
¿Cómo surgió en usted la idea de que Barquisimeto tuviera un Conservatorio de gran envergadura?
Aquí existía la Escuela de Música, fundada por el profesor Napoleón Sánchez Duque, y yo era allí profesora desde que llegué a Barquisimeto. Siendo doña Dori Parra de Orellana gobernadora, le aceptó a Sánchez Duque la propuesta de elevar la Escuela a la categoría de Conservatorio; pero funcionaba en una casa de la calle 24 con la esquina de la carrera 17, que se había hecho muy pequeña para una matrícula de más de un mil alumnos. Cuando jubilan a Sánchez Duque y me nombran a mi directora porque yo tenía muchos años en la institución, el inmueble, perteneciente al Ejecutivo Regional, estaba tan deteriorado que, prácticamente, se estaba cayendo porque ya era demasiado viejo y siempre estuvo ocupado por instituciones educativas. Allí antes habían funcionado el Colegio Federal y la Escuela Normal, siendo cedida, tras los trabajos de reparación, a la Fundación Amigos de Barquisimeto. Yo aproveché la circunstancia de que me habían quitada prestada por un tiempo poquito para ejercer la Secretaría General de Gobierno durante el mandato de Mariano Navarro y, como tenía contacto con las instancias gubernamentales nacionales, le pedí al Ministerio de Desarrollo Urbano (Mindur), que permitieran llamar a concurso para construir la sede adecuada para el Conservatorio de Música.
Se me concedió ese deseo porque el titular de ese organismo era el ingeniero José Ernesto Garantón, quien por cierto era mi amigo de infancia en Caracas. Llamé a concurso, el cual fue ganado por la arquitecta Consuelo Arellano. Importante es destacar que el proyecto presentado por ella es el de la única institución musical insonorizada en esta parte del continente. Pero, lamentablemente, no fue concluido como lo establecía el proyecto original, consistente en tres edificios: uno, el que está sirviendo y faltan los dos, una parte administrativa para la dirección, la biblioteca, la sala de sonoteca para oír los discos y las clases de música; y el otro edificio faltante es el de un auditorio con capacidad para una orquesta de 80 músicos y 700 personas asistentes.
¿Manifiesta usted que este Conservatorio de Barquisimeto, en la avenida Capanaparo, del este de la ciudad, fue un proyecto único en Suramérica por ser exclusivamente para la enseñanza de la música?
Las aulas tienen la particularidad de que son insonorizadas porque tienen dobles puertas y dobles ventanales para que el sonido que se produce en una no penetre a la otra y, por tanto, no puede haber entorpecimiento alguno. De modo, pues, que una persona que está estudiando guitarra con su maestro en una aula puede hacerlo completamente bien aunque en el aula del lado estén tocando trompetas. Cuando se construyó ese edificio no sólo era el único en Venezuela sino en esta parte del continente. No puedo saber si habrá otro que tenga esas características.
¿Su aspiración es que se termine el proyecto del Conservatorio?
Me preocupa que no exista el proyecto original porque debemos recordar que hubo un incendio en Parque Central, donde funcionan dependencias de Mindur y se ignora aún la suerte que hayan corrido los archivos del organismo. Sería interesante que la continuidad administrativa pueda volver a existir para que se concluyan los dos edificios que le faltan al Conservatorio.
¿Y cuál otra aspiración tiene?
Obtener colaboración para robustecer la labor que cumple Bandesir en Barquisimeto. en el cual me encuentro al frente de la presidencia desde 1984. Este Banco de Sillas nacional fue fundado por doña Blanca de Pérez y, desde entonces, ha funcionado como una institución privada sin fines de lucro. de la cual fue presidente honorario el recordado periodista yaracuyano Arístides Bastidas, quien fundó la página científica en El Nacional. Este experimentado periodista, que era discapacitado, denominó a los aparatos clínicos que facilitaba Bander “un puente con la vida«. En Lara nos hemos encargados de dotar a 5.800 discapacitados, a quienes se les han facilitado de sillas de ruedas,
andaderas, muletas, bastones, coches ortopédicos, que les han servido en muchos casos a algunos para asistir a sus labores diarias, a otros para continuar y finalizar sus estudios universitarios, así como a muchos pacientes que han tenido que acudir a terapias, y también a personas que han podido desenvolverse en sus hogares y a algunos que han podido tener alivios a sus sufrimientos. Esos aparatos no se regalan, ni se alquilan, sino que son prestados por el tiempo que el solicitante lo requiera. El compromiso es cuidarlos para que se conserven en buenas condiciones y devolverlos a la institución, donde nosotros les hacemos el mantenimiento adecuado para que vuelvan a servir a quienes están en listas de espera.
¿Cómo se encuentra Bandesir?
Estamos muy limitados porque no es fácil la obtención de recursos. Antes teníamos la capacidad de hacer eventos para recaudar fondos, pero hoy día estoy trabajando sola porque nuestro asistente sufrió un accidente hace pocos meses. Y nuestra confianza está depositada en Dios, quien es muy grande y nos proveerá.
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