El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, expresó una profunda preocupación por el auge de detenciones arbitrarias y malos tratos en Venezuela, en el marco de un debilitado contexto institucional que pone en entredicho el pleno ejercicio de los derechos y las libertades en el país.
En la apertura de la 59ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Türk afirmó que “Mi oficina está documentando un aumento de las detenciones arbitrarias y la intimidación de opositores políticos y trabajadores de los medios de comunicación en Venezuela tras las elecciones de 2024”. Además, el alto comisionado austríaco se mostró alarmado por la tortura y los malos tratos a los detenidos, así como las violaciones del debido proceso que enfrenta parte de la sociedad civil.
Durante el evento, Volker Türk también se refirió a las restricciones de los espacios cívicos en varias regiones del mundo, incluido el Tíbet, Xinjiang, Hong Kong o el debilitado entorno para las asociaciones en El Salvador, donde nuevas leyes dificultan que las ONG y los grupos de prensa puedan acceder a financiación extranjera. La persecución de voces disidentes en países como Rusia fue otro de los puntos que el alto comisionado llevó a la opinión pública.
Además, Türk advirtió que los recortes financieros están debilitando tanto a la oficina del Alto Comisionado como a las asociaciones que reciben apoyo de ésta, aumentando así el riesgo de que disminuyan las investigaciones de abusos y el acompañamiento a las víctimas. Según sus palabras, el debilitado esquema de apoyo permitirá que autócratas y grupos represivos actúen con más impunidad.
En el plano económico, el alto comisionado enfatizó que el auge de los aranceles y las restricciones comerciales golpeará con fuerza a los países más vulnerables, como Bangladesh, Vietnam, Camboya o Sri Lanka, aumentando así el acceso limitado de millones de personas a bienes de primera necesidad, a la salud, a la educación y aumentando, además, las desigualdades de género.
“Populistas y autócratas están trabajando duro en sus guerras culturales para desviar así la opinión pública de los problemas reales”, afirmó Volker Türk, mientras aumentan los ataques a las instituciones creadas para salvaguardar los derechos humanos, como la Corte Penal Internacional, sancionada por algunos gobiernos, incluido el de Estados Unidos, Israel o Rusia.