La preparación del próximo año escolar se presenta como un verdadero desafío para las familias venezolanas, según Nancy Hernández, miembro del Consejo Directivo de la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (FENASOPADRES). Hernández, en una entrevista para Unión Radio, expuso la compleja situación económica y educativa que atraviesa el país, impactando directamente la capacidad de los hogares para garantizar la educación de sus hijos.
En la entrevista con Román Lozinski, Hernández señaló que existe una marcada dependencia de la educación pública en Venezuela, con apenas un 12% de los alumnos inscritos en colegios privados a nivel nacional.
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“La situación de hace unos años para acá ha sido un verdadero desafío para la familia venezolana en cómo hacemos para rendir los ingresos cada vez más mermados en la inversión de la educación”, afirmó Hernández, resaltando que esta realidad afecta a la vasta mayoría de estudiantes que asisten a planteles públicos, los cuales representan más del 85% de la matrícula escolar.
En la nota difundida, Hernández indicó que los padres con hijos en el sector privado, los obstáculos son múltiples.
“El primer reto es conseguir cupos; el segundo, garantizar la matrícula y mensualidades, las cuales ahora se deben planificar por trimestres debido a las constantes modificaciones en el contexto económico del país”, indicó. Señaló que a esto se suma la necesidad de equipar adecuadamente a los estudiantes y asegurar una educación integral.
Percepción de la educación privada
“Hasta hace una década y media, el plantel privado era una opción voluntaria de la familia. Hoy día, la educación en planteles oficiales no es una opción, sino la única alternativa para la mayoría, ya que sus familias no tienen capacidad para pagar mensualidades en colegios privados”, explicó la dirigente de Fenasopadres.
La calidad educativa en Venezuela es un problema histórico que ha experimentado un deterioro significativo en las últimas cuatro décadas. Hernández subrayó que “desde la década de los 80 se ha agudizado el deterioro de la calidad educativa, la formación docente y las opciones disponibles”.
Asimismo, criticó la actual política universitaria, donde el ingreso a carreras educativas se desvía hacia estudiantes con bajos promedios, quienes utilizan la educación como una “carrera puente” al no ofrecer un proyecto de vida claro para el futuro profesional.
