Un atacante suicida en Siria abrió fuego y luego detonó un chaleco explosivo el domingo en una iglesia griega ortodoxa llena de gente que oraba, matando al menos a 22 personas e hiriendo a otras 63, informó la televisión estatal siria.
El ataque tuvo lugar en la iglesia Mar Elías en Dweil’a, en las afueras de Damasco, según la televisión estatal SANA, que citó al Ministerio de Salud en lo que respecta al número de muertos y heridos. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, dice que hubo al menos 19 muertos y decenas de heridos, pero no dio cifras exactas. Algunos medios locales informaron que entre las víctimas había niños.
El ataque a la iglesia fue el primero de su tipo en Siria en años, y ocurre mientras Damasco, bajo su gobierno islamista de facto, intenta ganarse el apoyo de las minorías. En un momento en que el presidente Ahmad al Sharaa pasa apuros para ejercer autoridad en todo el país, ha habido preocupaciones sobre la presencia de células durmientes de grupos extremistas en el país devastado por la guerra.
Hasta el momento ningún grupo se había atribuído el atentado del domingo. Noureddine Al Baba, portavoz del Ministerio del Interior sirio, indicó en una conferencia de prensa que su investigación preliminar apunta al grupo extremista Estado Islámico. El ministerio señaló que un extremista del EI entró en la iglesia y les disparó a las personas allí, antes de detonarse con un chaleco explosivo, algo que también narraron algunos testigos.