#OPINIÓN Nuevas luces en la ganadería de Los Llanos #29Jun

Inicia Don Andrés Bello su mítico poema a la agricultura tropical con una alabanza al Sol que siempre nos acompaña en su vivificante tránsito por la presumida soledad cósmica que nos arropa. Ese sol que es padre protector y luz que hace florecer pero también castiga con calor sofocante la vida campesina.

En los llanos venezolanos el sol calienta fuerte tanto en lo seco como en lo mojado y así lo quiere el llanero porque lo tiene en su sangre, en sus cantos y hasta la noche cuando lo desea para librarse de los espantos de la sabana.

Con este sol, con este modo de asumir la existencia bajo temperaturas que suman números al cielo, así se crían las vacas en los anchos potreros donde el arreo es una polvareda que preña al horizonte de un blanco efervescente que se mueve igual que una bruma distante sobre los caminos de un de una llanura entrañable adornada de aves en vuelo.

El ganado vacuno entró a Venezuela por las costas de Coro, se asentó en El Tocuyo y luego pasó a los llanos en donde se convirtió en parte del paisaje, los rebaños aumentaron de forma casi natural y eso propició el negocio de la importación del cuero, que fue una de las principales fuentes de ingreso para nuestro país, junto con las plumas de garza.

Luego ha sido la base de la industria cárnica, pero de muy poca producción de leche por animal, debido básicamente a que la genética de estos rebaños son de tipo criollo en mestizaje con razas cabuinas, pero esto está cambiando gracias a ganaderos de vanguardia que están incorporando razas lecheras bos tauros y manejos medicinales y tecnológicos de avanzada.

Uno de estos ganaderos que está modernizando el manejo de sus animales para producir más leche es Alirio Silva, llanero de pura cepa, campeón nacional de coleo y hombre dispuesto a enfrentar los retos del futuro con optimismo y valentía. Por ello convirtió a su finca Tiburón Blanco en ejemplo de productividad gracias a la cría eficiente que ha hecho del ganado raza Carora, tanto puro como en mestizaje.

Alirio Silva es Vicepresidente Nacional de ASOCRICA y de manera gradual y consistente se ha convertido en una voz emergente que suma su fuerza a la de los ganaderos pioneros en la cría de esta raza lechera, tiene éxito, poder de comunicación y está convencido que el Carora es la mejor vía de superación económica para los ganaderos de los llanos venezolanos, quienes necesitan mejorar sus índices de producción lechera para combinar con eficiencia la ceba que es de mediano plazo ,con una actividad que tenga rentabilidad cotidiana, como lo es la leche.

Por ello progresivamente se ha dedicado a dictar conferencias en eventos universitarios, en los cuales habla de las bondades del Carora para convivir con ese Sol que es el amigo inseparable del llanero, que motivó la Silva de América de Andrés Bello y es inspiración para el Florentino que el llanero lleva en el alma para seguir con su sueño de nuevos amaneceres.

Pelo corto, cuero blanco por fuera y negro por dentro, resistencia a parásitos endémicos, partos todos los años, producción de leche en rangos de las razas europeas, todas estas características de la raza Carora las expone Alirio Silva con propiedad y solvencia ante auditorios de profesionales y ganaderos bien calificados y con ello está arrojando nuevas luces de esperanza para los productores del llano, quienes como hijos del coraje y el emprendimiento no temen al reto de transitar nuevos caminos.

Estos ganaderos de vanguardia que están incorporando la raza Carora a sus núcleos productivos, cuentan con la asesoría de ASOCRICA en materia genética y la posibilidad de acceder a los cursos y manuales de producción lechera que tiene COLACA, una empresa, que apoya a e3sta asociación, manejada por ganaderos concebida bajo el criterio de respaldar a los ganaderos.

Una muestra de la presencia expansiva de la raza Carora en los llanos de Barinas la tendremos en el mes de Octubre en las ferias internacionales de El Pilar, donde todo el mundo ganadero venezolano podrá ver el éxito del matrimonio de las vacas Carora con el Sol llanero.

Dios los acompañe.

Jorge Euclides Ramírez