El Gobierno de Estados Unidos «necesita repensar su estrategia» sobre Venezuela, asegura a través de sus redes sociales el economista, profesor universitario y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León.
Estima que para el mes de junio, todos los reportes internacionales sobre Venezuela coinciden en dos hechos clave:
1.-La producción petrolera se ha mantenido relativamente estable, a pesar de las sanciones. Se confirma, en el caso venezolano, una realidad ya observada en múltiples experiencias globales: las sanciones activan curvas de aprendizaje que permiten adaptación y continuidad operativa.
2.El petróleo que antes se dirigía a Estados Unidos y al mercado occidental bajo condiciones comerciales seguras y competitivas, ahora fluye casi exclusivamente hacia Asia, en particular hacia China, que lo recibe con descuentos, ventajas logísticas y crecientes oportunidades para participar directamente en la producción a futuro. A ello se suman nuevas puertas abiertas en los mercados venezolanos de minerales estratégicos, oro, hierro, acero, tecnología y salud.
Los discursos pro-sanción pueden sonar rimbombantes, pero la realidad siempre termina imponiéndose.
Estados Unidos necesita repensar su estrategia.
No se trata de respaldar ideas extremas promovidas por ciertos liderazgos venezolanos que, insólitamente, abogan por bloqueos marítimos, aislamientos financieros, deportaciones sumarias o incluso intervenciones militares.
Se trata de diseñar una política energética y comercial racional e inteligente, que le permita a Estados Unidos aprovechar las ventajas de su propia región.
Una negociación bien estructurada no solo favorece a Estados Unidos. También puede traducirse en beneficios concretos para el pueblo venezolano, que debe ser el único protagonista de su lucha política interna y a quién las sanciones, lejos de ayudarle, lo debilitan y desmotivan.
