Donald Trump y Vladimir Putin se encontraron este viernes en la base militar de Elmendorf-Richardson en un intento por negociar el fin de la guerra entre Rusia y Ucrania.
El objetivo de la cumbre es sentar las bases para un acuerdo, que de ser exitoso, incluiría una reunión posterior con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski para un armisticio final.
Trump ha sido claro en su postura. Según sus declaraciones, el encuentro será breve si no se logra un progreso inicial. «Si es una mala reunión, terminará muy rápido», advirtió ayer.
El principal obstáculo es la exigencia de Putin de que Ucrania ceda la soberanía de Donetsk, Luhansk, Jersón, Zaporiyia y Crimea. Esta demanda ha sido rechazada por Ucrania, Europa y el propio Trump, quien ha coordinado su postura con líderes como el canciller alemán Friedrich Merz y el presidente francés Emmanuel Macron.
La delegación rusa, que incluye al ministro de Finanzas Antón Siluánov y al enviado especial Kiril Dmitriev, sugiere que Putin busca no solo un acuerdo de paz, sino también el levantamiento de las sanciones económicas impuestas por Occidente.