La organización no gubernamental Foro Penal actualizó este domingo la cifra de presos políticos en Venezuela, que se ubica en 816 detenidos, luego de la excarcelación de 13 personas recluidas en El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
En un mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter), Foro Penal celebró las excarcelaciones y confirmó que aún 82 presos políticos permanecen en El Helicoide.
“Destacamos, sin embargo, que en total aún quedan 816 presos políticos. Todos deben ser liberados”, subrayó la organización.
Excarcelados incluyen a dirigentes políticos
Entre los liberados se encuentran el exdiputado Américo de Grazia y el dirigente opositor Pedro Guanipa, ambos detenidos en el contexto de la crisis política posterior a las elecciones presidenciales de julio de 2024.
El dirigente Henrique Capriles y el político Tomás Guanipa confirmaron la información en redes sociales.
Capriles expresó: “Hoy, otro paso más en favor de quienes están tras las rejas. Hoy, varias familias vuelven a abrazar a los suyos. Sabemos que quedan muchos y de ellos no nos olvidamos, seguimos luchando por todos”.
Capriles también detalló que fueron liberados Víctor Jurado, Simón Vargas, Arelis Ojeda Escalante, Mayra Castro, Diana Berrío, Margarita Assenzo, Gorka Carnevalli y Américo de Grazia, mientras que recibieron casa por cárcel Nabil Maalouf, Valentín Gutiérrez Pineda, Rafael Ramírez, Pedro Guanipa y David Barroso.
Detenidos y derechos humanos
La ONG Foro Penal mantiene un registro sistemático de la situación de los presos políticos en el país. Aunque la liberación de 13 personas representa un avance, la organización insiste en que la cifra total de 816 detenidos por razones políticas refleja la magnitud de la crisis de derechos humanos en Venezuela.
La excarcelación de este grupo de detenidos fue recibida con alivio por sus familias y sectores de la oposición, pero el balance de Foro Penal muestra que la situación sigue siendo crítica. La demanda de libertad para los 816 presos políticos restantes se mantiene como una de las principales banderas de las organizaciones de derechos humanos dentro y fuera del país.