El Creador

Porque a mi quieren buscarme, en iglesias muy pomposas,
llenas de lujos y flores, de una manera lujosa, no importa
que sean sinagogas, no importa que sean mezquitas, si al
final estoy con mis hijos cada vez que me necesitan, no
importa donde me invoquen, y que lo hagan con cariño,
con pureza y con amor y al inocencia de un niño: yo les
mandé como ejemplo, a mi hijo más querido, para que
aprendieran a amarme como a un padre comprensivo, yo
solo les pido a cambio respeten a sus mayores y quieran
mucho a mis niños: yo le entregue a Moisés en el Monte
Sinaí las tablas con los diez mandamientos, reglas sencillas
a seguir pero he visto con tristeza, como tanto de mis hijos
se han dejado convencer, por los placeres malos el mundo,
y eso los hará parecer: pero yo les digo a mis hijos, no
importa de dónde me llamen yo soy su padre creador y
siempre les daré mi mano.