Un total de 56 armas, entre pistolas, rifles, fusiles y escopetas, además de unas 11.000 municiones fueron halladas tras la clausura de la cárcel de Coro, al noroeste de Venezuela, informó este lunes la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela.
«Un total de 56 (armas), entre pistolas, revólveres, fusiles, subametralladoras, rifles y escopetas» fueron recuperadas, informó Varela desde las afueras del penal, que fue clausurado la semana pasada.
«Un total de municiones de 11.446, de todos los calibres», más un kilogramo de «explosivo C4», «12 granadas fragmentarias» y «un envoltorio de droga» fueron igualmente incautados, añadió la ministra, en una rueda de prensa transmitida por el canal estatal VTV.
El penal de Coro, ubicado en el centro colonial de Coro -declarado Patrimonio Histórico-, fue clausurado a fines de la semana pasada por la misma Varela, porque era una instalación «vieja» que carecía de las «condiciones para que permanecieran los privados de libertad».
Durante el proceso de cierre de esta cárcel, de donde fueron trasladados unos 600 presos hacia otros penales, se registró una situación violenta, que dejó dos muertos y 13 heridos.
Este lunes, Varela también informó que dos militares fueron detenidos por estar involucrados en «irregularidades» que ocurrían en el clausurado penal.
La semana pasada, el gobierno venezolano decretó estado de «emergencia en infraestructura» en las cárceles del país para implementar un plan de rehabilitación del sector, afectado por un alto nivel de hacinamiento, insalubridad y violencia.
En agosto, un violento enfrentamiento entre reos en la cárcel de Yare, a las afueras de Caracas, dejó 24 muertos y 43 heridos. Mientras que en mayo el gobierno clausuró la cárcel de La Planta, en la capital, tras un violento motín liderado por un grupo de presos que se negaban a ser trasladados.